Revenge

XXV

Maratón 1/3

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-¿No van a responder? –pregunte hosca haciendo que Vivian parpadeara

-No le hables así a tu madre –ordeno Vivian a lo que rodé los ojos

-¿Cuál madre?

Ella abrió los ojos, sorprendida y su rostro se convirtió en una mueca, por supuesto la había ofendido.

-No le hables así –ordeno Charlotte en respuesta a lo que me cruce de brazos mientras levantaba una ceja

-¿Y qué me vas a hacer si no quiero?

-Basta Chelsea –ordeno papá detrás de mí a lo que rodé los ojos –Las esperaba hasta en la noche

Gire mi rostro sorprendida y creo que mi rostro debió de explicar mi desconcierto porque me miro disculpándose con los ojos

-¿Me puedes explicar que está pasando?

-Pasen por favor –dijo ignorándome mientras me empujaba levemente para dejar que Vivian y Charlotte entraran

Abrí los ojos como platos al ver una maleta siendo arrastrada por Vivian y dos por Charlotte.

-Papá. ¿Qué está pasando aquí? –dije lo más bajo posible que pude y mi tono sonó tan oscuro que Charlotte quien cruzaba por mi lado se estremeció

-Vivian y Charlotte van a vivir aquí hasta que encuentren un departamento cómodo para ambas.

Creo que mi rostro ardió en llamas y se seguro parecía un demonio de esos que dibujan en las caricaturas.

-¡¿CUÁNDO PENSABAS DECIRMELO?! –grite furiosa como posesa pero mi padre se cruzó de brazos

-Si me vuelves a gritar estás castigada –ordeno a lo que rodé los ojos

-Bien.

Pareció sorprendido al ver que no le puse resistencia, no hice otra cosa que correr hacia las escaleras y luego me tranque en mi habitación.

No le daría el placer de ver mi furia.

Entre a mi closet donde busque el bolso que utilizaba en las clases de baile y eche dos jeans y cinco tops de tiros, busque mi caja y la lance en el bolso. La cerré y empecé a buscar debajo de la cama donde guardaba dinero de emergencia.

En mi bolso de maquillaje guardaba la otra llave de mi auto en caso de que la otra se perdiera, la tome estando segura de que papá tenía mi otra llave y me puse unos tenis de correr.

Para cuando salí de mi habitación me encontré a Darren quien estaba a punto de tocar, rodé los ojos y camine en dirección a las escaleras donde me paro tomándome del brazo no enfermo.

Lo mataría si tocaba el otro brazo

-¿A dónde vas? –preguntó en voz baja y me jalo hacia su habitación -¿Sabes lo que va a pasar si te vas ahora?

-¿Sabías que ellas vendrían? –pregunte a lo que el asintió, le di una cachetada que hizo abriera los ojos como platos -¿Todos lo sabían con excepción de la amnésica Chelsea? Pueden olvidarse de mí porque me voy de aquí.

No hizo amagos de detenerme esta vez y baje las escaleras como una furia.

-¿A dónde crees que vas Chelsea? –pregunto papá furioso cuando me vio bajar