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Gracias por leer, votar y comentar. Me dan mas ganas de seguir escribiendo.

Disfruten.

Besos y abrazos,

Nel.

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Parte 3: Sufre lo que antes me tocó a mi

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Charlotte

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Siento como mis manos empiezan a sudar, mis piernas tiemblan y siento como mis dientes empiezan a castañear por el frio.

La luz hace que mis ojos lagrimeen y mi pelo se pega en mi cuello a pesar de no tener calor.

Un ruido simple me hizo saltar y dirigí mi mirada hacia la puerta de madera donde entro alguien que se me hacía familiar. Aunque no podía saber de dónde.

Explote mis recuerdos en busca de ese rostro pero nada.

—¿Me recuerdas? Soy Kenelm. Estuve en tu casa hace unos días —aclaro al ver que su nombre no me sonaba y lo examine con la mirada.

Pelo rubio, ojos negros y piel bronceada que quedaba bien con su camisa azul mangas cortas.

—¿Te incomoda si me siento? —pregunto cautelosamente y negué con la cabeza, asintió y se sentó junto a mí en el sofá donde me habían dejado luego de sacarnos a todas. —Necesitamos tu ayuda.

Gire mi rostro para mirarle confundida y el sonrió despreocupadamente.

—Logramos atrapar a muchos pero al parecer no atrapamos al cabecilla. Muchas de las chicas están muy asustadas para hablar y eres la única que ha mantenido la calma en todo esto. ¿Te molesta hablar del tema?

No me molesta

Solo quiero saber que le pasa a mi hermana.

La última vez que la vi estaba en una ambulancia llena de sangre y luego no he sabido nada de ella.

Me estremecí y parpadee varias veces para mirar al hombre.

—Según Chelsea se llama Connor —murmure mientras miraba mis manos, mi voz sonaba ronca como si no hubiera hablado en muchos años y me duelen los tobillos al apoyarlos contra el suelo

Nos quedamos en silencio por un largo tiempo, supongo que el reflexionaba mis palabras.

—¿Cómo Chelsea supo su nombre? —pregunto lentamente y creo que pude imaginarlo remojar sus labios pero no podía levantar mi rostro

Mi cuerpo está empezando a temblar del miedo y siento como él pone su caliente mano en mi hombro.

—¿Quieres una taza de chocolate?

Niego con la cabeza, creo que vomitare si mi estómago recibe algo de comer.

—¿Te han dicho que eres muy linda? —Pregunto y sentí como mi rostro se coloreaba —No solamente por fuera. En todos mis años de carrera solo he conocido a dos personas tan parecidas por dentro y diferentes por fuera. Chelsea y tú.

Levante mi rostro para ver como abría la puerta por donde entro y se apoyó en ella

—Tu madre te está esperando ¿no quieres venir?

Me pongo de pie un poco sorprendida al ver que dejaron de temblar y a pasos cortos pero rápidos camine hacia la puerta.

Mire a los lados y no pude distinguir la gran mata roja que distingue a mi madre desde lejos hasta que el hombre me guio hacia la izquierda.

—Aquí tienes, sana y salva —sonrió antes de caminar lejos de nosotras y corrí hasta estar en los brazos calientes de mi mama

—Oh linda, estaba tan preocupada —murmuro entre lágrimas mientras me apretaba más en mis brazos —¿Cómo estás? Estas helada ¿Quieres un chocolate? ¿Té?

Negué con la cabeza mientras sentía como las lágrimas empezaban a salir de mi rostro y no pude contener los sollozos que salieron de mi boca.

No tengo idea de cuánto tiempo me quede así con mi mama hasta que sentí como aclaraban su garganta cerca de nosotras. Mamá miro a quien sea que se aclaró la garganta y luego limpio sus lágrimas con un pañuelo que no tengo idea de donde llego.

—¿Té? —pregunto una voz femenina en voz baja y limpie las lágrimas que caían de mis ojos para ver a una mujer de aspecto exótico, ojos negros, piel bronceada, cejas finas y una mata rizada de pelo negro quien nos sonreía con dulzura

—No gracias —murmuro mama en voz baja y me sorprendí al ver que su tono de voz sonó defensivo

Ella asintió y me tendió el vaso de té que tenía en sus manos y lo tome solamente para no hacerla sentir mal

—Gary esta aun con Chelsea, pensé que querías tener noticias de ella —dijo en tono conciliador mientras miraba a mama sin despegar su mirada y luego me miro para esbozar una sonrisa —¿Quieres darte un baño o algo así? Mi hijo puede llevarte a casa.

Negué con la cabeza mientras me sentía abrumada, esta mujer era muy amable pero no la conocía si quiera.

—Bien, si cambias de opinión me avisas.

Sin decir más palabras camina hacia donde están una pareja esperando ansiosamente y luego veo como llegan Molly y Paty corriendo en dirección hacia ellos. Luego de abrazarse corren hacia la mujer exótica y la abrazan.

—¿Dónde está Chels? —pregunto una de ellas a la mujer exótica quien suspiro y no dijo nada

—¿Charlotte? —pregunto la otra mientras me miraba confundida y luego giro para mirar a su hermana —¿Alguien puede decirme dónde está mi amiga? —pregunto en tono bajo mientras miraba a la mujer exótica

—Chelsea está en el hospital, podrán verlas cuando estén tranquilas y descansadas. Estoy segura de que Jessica está muriendo por ver a sus amigas —sonrió la mujer exótica y las gemelas asintieron preocupadas se despidieron de todos nosotros y suspire

—¿Quieres algo de comer? —pregunto mama luego de dar un sorbo al té y negué con la cabeza otra vez

—Mamá, te llaman por teléfono —murmuro un chico de pelo rojo aunque se veía a lejos que no era natural, al parecer se fijó en que lo miraban ya que fijo su vista en nosotras —No me sorprendo. ¿Irán al hospital o a casa?

Mire a mamá quien sonrió antes de contestar que irían al hospital primero a tener noticias de Chelsea y luego irían a la casa.

No tengo idea de que casa es.

—¿Cómo esta Chelsea? —pregunte aunque no sabía bien a cuál de los dos le preguntaba

Pero sus rostros dieron respuestas suficientes

RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora