Revenge

XV

Es tan emocionante para mi que hemos pasado los 4100 leidos y los 300 votos... Quisiera darles doble capitulo otra vez pero quiero esperar un tiempo para hacer un doble capitulo. Nos leeremos la proxima semana, disfruten la lectura. 

Besos y abrazos,

Nel

.

Chelsea

.

.

Decir que odiaba este lugar era decir que amaba a Charlotte.

Detestaba este lugar.

Según mis cálculos hemos tenido cuatro cenas en este lugar y ha sido de lo peor, tengo pesadillas, la comida me da nauseas e incluso creo que en este momento tengo fiebre.

Creo que prefiero morir de fiebre a pasar un minuto más en este lugar.

—Vamos Chelsea, tenemos que bajarte esa fiebre —murmuro Connie luego de revisar el termómetro que había puesto en mi axila mientras ayudaba a sentarme en la cama

Parecía una chica a punto de parir con esos jadeos que soltaba.

No pude esconder el grito de dolor que salió de mis labios cuando toque el suelo haciéndome caer otra vez en la cama, casi arrastro a Connie conmigo pero hombre, esa chica si era fuerte.

Ella me miro nerviosa mientras se mordía el labio para luego halarse la coleta que tenia

—Iré a buscar al señor, no te muevas —ordeno nerviosa antes de salir corriendo de la habitación, escuche un ruido así que deduje que me había encerrado

Ni que me fuera a escapar muriendo del dolor

—Estúpido mundo cruel que confabula contra mi —masculle cuando sentí que mi estomago sonaba como si fuera un monstruo de esas películas

Sabía que mascullaba incoherencias cuando mi boca empezó a secarse como si tuviera un largo tiempo hablando

—¿Chelsea? —pregunto una voz que no pude distinguir mientras me ponía su mano en mi frente, solo balbucee algo

El hombre volvió a decir algo que no entendí y luego sentí que no estaba en la cama, solté una exclamación ahogada mientras sentía como el dolor inundaba mi cuerpo completo

Sentí como algo frio rodeaba mi cuerpo de pies a cabeza haciéndome soltar un quejido, abrí mis ojos y me encontré con la mirada penetrante del señor haciéndome estremecer. Observe como el empezaba a lavar mi pelo teniendo cuidado de que la espuma no llegara a mis ojos. Por suerte el dolor de cabeza poco a poco iba desapareciendo.

Por suerte solo se encargo de lavarme el cabello y mojarme con agua fría hasta que suspiro aliviado murmurando que ya no tenía fiebre.

Me sentía muy cansada así que me deje llevar por el hacia la cama donde me recostó, intente arroparme pero tomo la sabana y la alejo de mis manos mientras me miraba severamente.

Estaba muy adolorida de mi estómago.

Me deje caer en la inconciencia aunque sabía que este hombre seguía mirándome.

.

.

Abrí los ojos mientras sentía que la bilis volvía a mi boca y corrí hacia el baño a pesar del dolor donde hice todo lo que un enfermo hace. Devolver.

Sentí como me tomaban del pelo, cuando termine de devolver —por decirlo de un modo más lindo— y me ayudaban a ponerme de pie.

Me guiaron hacia el lavamanos donde pude enjuagar mi boca, levante la vista para mirar al gran hombre que estaba justo detrás de mí sosteniéndome.