Revenge

IX

-¿Qué haces de pie? Deberías de estar dormida –empezó a argumentar Charlotte una vez entre a su habitación

-Estoy aburrida, la muy ingrata de Jessica está en una actividad que su padre auspicia en Orlando, el estúpido de Darren está trabajando y definitivamente no hablare con las gemelas psicópatas –dije dejándome caer en su cama

-¿Por qué son psicópatas?

-¿Hola? Toda escuela tiene a alguien psicópata –murmure –Ellas son las chismosas de la escuela. Además graban los eventos de la escuela, son las periodistas

-¿Por qué no quieres hablar con ellas entonces? –pregunto confundida

Charlotte, ¿eres o te haces?

-Porque empezaran a contarme chismes y no estoy de ánimos, la presencia del tal Justin aquí me desagrada –dije de mal humor

-¿Por qué no te cae bien? –pregunto en un susurro a lo que le mire con una ceja levantada

-Es poco decirte que destruyo mi vida

-¿Cómo?

¿Esta chica nunca aprende a callarse?

-En pocas palabras vino y destruyo mi relación, mi familia ¡Y ME ENVIO AL HOSPITAL! –grite y en ese momento Vivian cruzo por la habitación

-¿Quién te envió a un hospital? –pregunto entrando a la habitación

-Tu gran amigo West, aprovecho de que mi papá no estaba en la ciudad y me había pasado fin de semana con Lidia para llevarme a un instituto mental

-¿Qué? –pregunto sin aliento

-Ósea si, dijo que no era buena para Nate que era una bipolar

Aun me duelen sus palabras pero no lo demostraría

-Eso no es cierto –dijo Charlotte en defensa de su padrino

Maldito hombre que era padrino de todo el mundo. Me dan ganas de apuñalarlo, una y otra y otra vez

-Claro que sí. ¿Ahora me acusas de mentirosa? ¡Genial!

Salí de la habitación hecha una furia, baje las escaleras mientras escuchaba los pasos detrás de mí

-¿A dónde vas? ¡Estas enferma! –escuche como decía Vivian

-No estoy enferma, iré a dar una vuelta por ahí

Cerré la puerta detrás de mí y suspire de alivio mientras empezaba a caminar sin rumbo

El lugar era interesante, hasta habían algunos chicos sexys rondando por el lugar

Desgraciadamente no estoy en búsqueda de hombres

Un rato después me pico el bicho del hambre así que entre a una cafetería que estaba cerca, estaba un poco llena pero había espacio. Pedí una hamburguesa de queso con papas extra y suspire cuando pude llevar una de las papas a mi boca

Como amo comer

Cuando termine de comerme mi hamburguesa observe mi teléfono y abrí mis ojos sorprendida al ver que eran casi las seis de la tarde

Amaba que los días aburridos pasaran rápidos

Llegue a casa de Vivian cantando una canción que me traía buenos recuerdos, por desgracia había olvidado el nombre de la canción. Hasta había incluido movimientos

-Así que se desaparece y regresa como un fantasma –dijo una voz detrás de mí y solté un grito asustado

-¡Espacio personal! –grite alejándome tres pasos haciendo que cayera al suelo