La historia de un veela y su compañera

Capítulo 5

Maratón 1/5

Dos Gryffindor corrían por los terrenos de Hogwarts, uno de ellos con la varita enfundada. Ni siquiera vacilo en el hechizo que hizo que una rama saliera despedida hacia las raíces de un imponente árbol que agitaba sus ramas enfurecido por la cercanía de los jóvenes. Una vez que se quedó congelado ambos se desplazaron hacia el túnel que se encendía en sus raíces y se apresuraron a llegar al otro lado encontrándose con lo que parecía ser un comedor en muy mal estado, esforzándose en no delatar su presencia trataron de escuchar algo que les confirmaran sus sospechas de que no se encontraban solos en la descuidada casa.

-Están arriba- Murmuro el pelirrojo que escucho unos murmullos bajos proveniente del piso superior. Ambos se dirigieron hacia la escalera tratando de que estas no rechinen a su paso, al subir se encontraron un pasillo con barias puertas, caminando despacio se dirigieron a una puerta que desprendía un resplandor y de donde las voces eran más fuertes. Al acercándose apresuradamente a la puerta el pelinegro se queda congelado ante la escena que presencia haciendo que su amigo coque con el solo para también congelarse segundos después.

Los cuatro jóvenes solo se miran unos a otros tratando de medir la situación, aunque dos de ellos solo sienten el fuerte pinchazo de la traición en sus pechos.

-¿Que hacen aquí?- La pregunta de la joven rompe el silencio asiendo que los recién llegados vuelvan a la realidad.

-¿Que que hacemos aquí? ¿Qué haces tú aquí? O mejor aún ¿Que hace el aquí?- Replica el pelirrojo apuntando al joven del otro lado de la habitación.

-Chicos déjenme explicarles- Suplica ella parándose para tratar de llegar junto a sus amigos.

-¿Que nos vas a decir? ¿Que no es lo que parece? ¿Que están teniendo una cita de estudios?- Le pregunta ácidamente apuntando los libros repartidos por la mesa y a sus mochilas en el piso -¿O qué?-

Ellos solo ven como intercambian una mirada antes de suspirara y volver a enfrentar a sus amigos. Trata de acercarse de nuevo a ellos, pero la mirada en los rostros de los Gryffindor la hacen detenerse.

-Nada de eso Ron- Dice ella tranquilamente mirando hacia el piso -Esto es gusto lo que parece. Él es mi novio-

-¿Qué?- Pregunta incrédulo Harry ante la afirmación de la que creía su amiga -Esto no tiene ninguna gracia Hermione-

-No es una broma Potter. Salimos desde hace 3 meses y 5 días- Aclara el chico sonriendo por la cara de incredibilidad de los otros, jamás se pensó que convertir a Hermione en su novia le traería semejante regalo -Solo para aclarar- Agrega.

-Tú no te metas- Le advierte Ron sacando su varita para apuntarlo con ella -Solo dime cómo quieres llegar a la enfermería maldito-

-Basta Ron, ustedes no pelearan- Dice horrorizada ante la idea de ver a su mejor amigo y a su novio en un duelo -Nadie peleara- Aclara al ver como los dedos del pelinegro también se deslizan sobre su varita deseoso de lanzar alguna maldición.

-Vamos Harry déjenme explicarme- Le suplica con la mirada a sus amigos, quienes solo la contemplan fríamente -Todo empezó cuando volví de buscar a mis padres- Comienza al ver que ellos no la iban a interrumpir -Cuando volví el mundo mágico era un hervidero, todos enfrascados en sus tareas y ayudando en las diversas reconstrucciones, sin parar ni un minuto, sin detenerse para nada, creí que todo se calmaría a las pocas semanas, pero todo fue empeorando. Los juicios empezaron, y todos querían nuestros testimonios, no podíamos parar porque cada día había un nuevo juicio que enfrentar, lo que significa volver a revivir todo, días tras día tras día- Mientras ella hablaba sus amigos la contemplaban impasibles y su novio solo la miraba con tristeza, él sabía algo de lo que ella había pasado, pero nunca había escuchado ese tono triste y cansado que ahora tenía su voz, un tono que hacía que su corazón pesara y sus brazos picaran por la necesidad de ir a consolarla para borrar algo de esa tristeza -Yo solo quería seguir a delante y dejar de pensar en lo que había pasado, pero el Ministerio siempre tienes su propios planes. Cuando todo eso termino y volvimos a la escuela pensé que me sentiría mejor en un ambiente conocido y familiar como lo fue por tanto años. Pero nada mejoro, yo solo quería que todo fuera como antes-