La historia de un veela y su compañera

Capítulo 23

-Esto es injusto- Se queja Ron unos días después dejándose en uno de los sillones de la sala común de los leones -Ni siquiera estoy seguro que sea legal que lo haga-

-Es el profesor Ron- Le dice Hermione rodando los ojos -Puede mandar los trabajos extras que quiera. Pero tienes razón, el motivo es injusto-

-Ni Snape fue tan malo como profesor de pociones- Comenta Harry haciendo una mueca -Y eso que le han robado su armario personal varias veces, solo nosotros un par-

-Cierto, como la vez que tiraste la véngala haciendo explotar un caldero con poción agrandadora- Recuerda Ron sonriendo ampliamente.

-Hoo cuando le robaron las branqui-algas para la prueba del torneo- Dice Harry negando con la cabeza -Esa vez estaba tan enojado porque creía que como las branqui-algas eran para mí también había robado lo que le faltaba, amenazo con echarle suero de la verdad a mi jugo mientras este en el gran comedor-

-Como sea- Dice la joven parándose -No vamos a terminar el trabajo extra que tenemos aquí sentados recordando cosas, a menos que nos pongamos a recordar los 12 usos de la sangre de Dragón y todas las pociones en la que se usa. Yo me voy a la biblioteca a comenzar con mi reporte, le sugiero que hagan lo mismo-

-Por favor Hermione- Le dice Harry sonriendo -Aun falta una semana para entregar el trabajo, recién lo dio hoy-

-Sí, pero vosotros aún no han terminado con el trabajo de transfiguraciones- Les reprende poniendo las manos en la cadera -Y ni habéis empezado con el de adivinaciones que es para el lunes, ¡¡¡Y hoy ya es viernes!!!-

-Exacto Harry- Salta Ron dejando a su amigo con la boca abierta, jamás peso que precisamente él la apoyaría en temas referente a la entrega de trabajos o a cualquier cosa relacionada con la escuela.

-¿Cómo?- Preguntan ambos sin terminar de creerlo, tal vez deberían llevarlo a la enfermería.

-¡¡¡Hoy ya es viernes!!! Y las clases han terminado- Continua el pelirrojo haciendo que su amiga estreche la mirada y su amigo se relaje un poco -Vamos por las escobas y volemos hasta que sea la hora de la cena-

-Sois increíbles- Bufa indignada la joven antes de levantarse e irse pisando fuerte.

-Creo que ya la hiciste enojar- Comenta Harry divertido por la actitud de su amigo -¿Y cuando no la hacemos enojar nosotros dos?- Replica el haciendo una mueca.

-Sabes- Comienza Harry frunciendo el ceño -Me gustaría saber qué fue lo que le robaron de su armario que lo enojo tanto, no recuerdo que lo haya dicho-

-Eso fue porque no lo dijo- Dice Ron rodando los ojos -Anda, vamos por las escobas y volemos un poco antes de la cena-

-Está bien- Concede Harry divertido -Pero mañana en el desayuno te tocara a ti enmendarnos con ella, después de todo tú la enojaste-

-Vamos- Le ruega él con la mirada -Sabes que a ti te tiene mucha más paciencia que a mí-

-Tal vez si no la cabrearas tanto ni tan seguido, te tendría un poco más de paciencia- Comenta Harry sonriendo porque algunas cosas nunca cambiaran.

-Tal vez- Le concede el pelirrojo comenzando a caminar hacia su habitación por las escobas.

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Ya era domingo en la mañana y Nott se encontraba cómodamente sentada en uno de los sillones de su sala pasando el tiempo mientras leía un libro.

-¿Qué haces?- Pregunta su mejor amigo dejándose caer en el sillón de al lado.

-Nada importante ¿Y tú?- Le pregunta pasando la hoja.