Capítulo 22

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A la mañana siguiente Draco se despertó más relajado, pensando las cosas desde otro punto de vista. Hubiese sido un gran error haber abordado a su compañera de casa con lo cabreado que estaba anoche, sin duda terminaría cambiando en medio de su sala y eso era lo último que quería. Le había costado mucho mantener su naturaleza en secreto como para dejar que un desliz lo rebele ante todos.

Sin embargo, eso no haría que Pansy se salga con la suya. Desde luego que enfrentaría a la muchacha, solo trataría de ir con menos pensamientos homicidas que anoche. Acomodándose mejor su túnica, Draco sale de su habitación y comienza a caminar por el pasillo que va hacia la sala común de su casa. Pero tal parece que la vida se propuso esa mañana, probar que tan fuerte era su resolución, debido a que la joven que casi muere anoche y nunca se enteró se encontraba sentado en los sillones frente a la chimenea con algunas de sus amigas a su alrededor.

-Hola Draco- Dice Pansy sonriéndole ampliamente, pues se había propuesto llevarse mejor con él, ya que cuando eso dos terminaran quería estar ahí para mover sus fichas.

Draco se queda mirándola por un segundo, tratando de decidir qué hacer. Pues era muy temprano para controlarse, tal vez lo mejor sería ir a desayunar y en algún momento de la maña buscar a la chica y hablar con ella. Sin embargo, Pansy eligió por él, ya que la joven se levantó y se acercó a él con una sonrisa en sus labios.

-¿Ya vas al gran comedor?- Le pregunta enganchándose a uno de sus brazos y apretándose contra su costado -Tal vez podamos ir juntos, yo estaba por ir en este momento-

-Bien- Dice el secamente, pues tal vez era mejor sacar a la chica de su casa, antes de nada, de esta forma por lo menos no tendría a media casa como testigo de lo que pasaría entre ellos -Yo también estaba por ir ahora-

-Eso es fantástico- Dice la chica mirando significativa mente a su grupo de amigas ¿Podrían alcanzarme mi bolso luego? Ya está preparado sobre mi cama-

Y sin más arrastro a Draco por la sala hasta la salida, dejando a más de uno asombrado al verlos pasar tan juntos después de que era conocido que el rubio no soportaba a la chica. Ambos comenzaron a andar por los pasillos del castrillo para ir al desayuno, de pronto el joven se paró en medio de uno de los corredores y se zafo del agarre de su acompañante.

-¿Qué pasa?- Pregunta desconcertada la joven girándose para verlo -¿Por qué paras?-

-Me entere de lo que paso el sábado con Hermione- Dice simplemente Draco sin más, dejando a la joven sorprendida.

-Si bueno...yo solo...- Comienza, pero no se le ocurre nada que decir.

-¿Tu solo qué?- Le cuestiona el acercándose amenazante.

-Yo solo quería protegerte- Intenta excusarse dando un paso atrás, pues los ojos del rubio lograron intimidarla -Solo quería detenerla...ella de seguro está haciendo...-

-Nada- Le dice el cortando lo que sea que la joven estaba por decir -Hermione no está haciendo nada, la única que debe detenerse aquí eres tu-

-¿Qué? No, yo...- Comienza ella, pero es callada por la mano de Draco sobre su garganta.

-Tú la dejaras en paz ¿Me escuchaste?- Le dice el apretando el cuerpo de la chica contra la pared más cercana -No quiero volver a escuchar que haces algo así de nuevo, no te volverás a acercar a Hermione bajo ningún punto de vista ¿Oíste?-

-Draco por favor...- Dice jadeante la joven intentando aflojar el agarre del rubio sobre su cuello, pues le estaba haciendo doler.

-¿Oíste?- Le repite el rubio mirándola total mente enojado, sin saber que sus ojos se estaban oscureciendo -No vuelvas a amenazarla ni nada de esos, porque si lo haces te juro por Merlín que no respondo de mi ¿Entendiste?-

La historia de un veela y su compañeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora