La historia de un veela y su compañera

Capítulo 28

-Ya princesa, ya- Le tranquiliza el dándoles palmadas en la espalda -Sea lo que sea, no fue verdad, yo te amo demasiado como para poder vivir sin ti, tu sabes que siempre te necesitaré a mi lado-

-Lose- Dice ella sorbiendo por la nariz -No quiero que volver a hablar de esto ¿Por favor?- Le pide tranquilizándose.

-Está bien- Accede el viendo que el tema en verdad la afecto -Ahora hablemos de que paso después ¿Quieres?-

-Eso es simple- Le dice ella devolviéndole la sonrisa -Sabia que no podías ser tú, pero aun así me asegure, tu dijiste que el tatuaje del antebrazo no solo era útil para reunirlos, sino que también era por seguridad- Agrega ella a lo que el asiente dudoso no muy seguro del rumbo de la conversación -Y uno de los mecanismos de seguridad es que les serbia para que nadie de la orden se quisiera infiltrar, que los detectaban porque la marca no podía ser recreada con hechizos o pociones, por ende tampoco por multijugos-

-¿Ósea que básicamente, le revisaste el brazo a ver si tenía la marca?- Pregunta el asombrado por las rápidas deducciones de su novia.

-Bueno lo tome por sorpresa, así que solo tome su mano la estire y le subí la manga- Dice ella orgullosa -Una vez que estuve segura que no eras tú salí corriendo del lugar, quise encontrarte pero el castillo es muy grande y demoraría mucho, así que me dirigí a mi sala común- Continúa encogiéndose de hombros -Al llegar recordé que Harry tiene un mapa mágico que muestra a cada integrante del castillo estén camuflados, o lo que sea, cuando se lo pedí te encontré camino a las mazamorras, un nivel más abajo del gran comedor, al llegar te descubrí inconsciente en un aula en desuso, te traje lo más rápido que pude aquí y el resto ya lo sabes-

-Ok- Dice rascándose la nuca -¿Entonces eso es todo?- Le pregunta a lo que ella asiente mudamente -¿Porque dijiste que no te querías quedar con mi familia hoy? ¿Acaso intentaron o te dijeron algo?-

Genial, piensa ella, de Guatemala a Guatepeor. No le quería decir que su familia le había dado una patada en el culo ni bien llegaron anoche y que por eso no se quiso quedar hoy, no le aria ningún bien, pero tampoco quería mentirle.

-Solo digamos que no me siento cómoda a su lado- Le dice ella -Además yo no soy su persona favorita en el mundo y lo sabes- Agrega sonriendo irónicamente.

-Eso es cierto- Dice el haciendo una mueca -El hecho de que me quieran arrancar de tu lado lo demuestra-

-Si, en verdad eso del contrato apesta- Dice ella desanimada, había llegado la hora de hablar de ese gran elefante en la habitación que ambos ignoraban.

-Si, apesta. Pero tu tranquila- Le dice haciendo que la mire -Nada ara que me separe de ti. Y en cuanto al contrato no te preocupe, yo no me casare con Pansy-

-No lo creo- Murmura ella antes de suspirar -Tu padre mando lechuzas para que el contrato se reabra- Le informa.

-Eso será difícil- Dice el con una mueca -El contrato no puede reabrirse-

-Dicen que solo el cumplimiento o el casamiento de uno de los dos puede anularlo- Comenta Hermione esperando que su novio la corrija.

-Eso es cierto en la mayoría de los casos- Concede el jugando con un mechón de pelo de ella.

-¿Acaso piensas en que nos casemos para ganarle de mano a ese estúpido contrato?- Pregunta ella irónicamente, no es que ella no pensara en casarse con él, todo lo contrario.

Ella no podía imaginarse a nadie más que a él esperándola al final de ese largo pasillo, pero había que admitirlo por más almas gemelas que sean ni siquiera habían terminado la escuela, sinceramente ella se imaginaba casándose poco antes de terminar la universidad o dentro de un par de años al menos, no es que no esté segura de Draco ni mucho menos, simplemente no se sentía muy cómoda con eso de casarse tan joven.