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-Entonces ya sois novios. -dijo Nacho.- ¡Enhorabuena! -nos abrazó a ambos. Habían pasado varios días desde que Marco y yo empezamos nuestra relación. Ahora estábamos con los chicos, vía a Múnich, Alemania, ese mismo día era el esperado partido de ida contra el Bayern, que sería disputado en el Allianz Arena. Marco me invitó y yo pues, no dude en aceptar.
-Sí. -respondí con una sonrisa.- Gracias.
-Que lindos sois. -comentó burlón Cristiano.
-Ya ves, Cris. -le guiñé un ojo y él rió.
-¿Los mejores amigos pueden terminar siendo pareja? -escuché la voz de Isco, por primra vez y con un tono de sarcasmo. Desde el día que se quedó en mi casa a ver películas, no había sabido más de él y hoy cuando nos vimos, lo iba a saludar y me evitó de una manera algo extraña.
-Obvio, tío. -le contestó Marco.
-Después si termináis y quedáis mal, a la mierda la amistad que teníais. -encontré su mirada, me miró neutro, sin expresar sentimiento alguno.
-Eso no va a pasar. -le dije sin apartar mi mirada de la suya en ningún momento.
-Ya veremos. -alzó su ceja y vi como Marcelo lo codeaba en el estomago y le murmuraba "¿Qué te pasa?"
-No le prestes atención. Últimamente anda cabreado. -Marco rodeó mi cintura con su brazo y me acomodé en su pecho.
-Vale. -cerré los ojos y me quedé dormida para hacer el viaje más corto.
-Vane, llegamos. -Marco susurró a mi oído provocando que me despertara.
-¿Ya? -entreabrí los ojos para ver como él me miraba con una sonrisa.
-Sí. Vamos, duermes en el autobús. -asentí y me paré. Marco agarró mi bolso y me di cuenta que fuimos los últimos en bajarnos del avión.
-Aguarda. -agarré a Marco del brazo en lo que vi que quedaba alguien rendido en los asientos. Marco me miró y yo señalé hacia el asiento.
-Ay. -se rió.- Vale, despiertalo y os bajáis. -acepté y él se fue. Suspiré y me acerqué a Isco.
Comencé a moverlo varias veces pero no hacia nada, solo se quejaba.
-Isco. -le llamé mientras lo movía.- Isco. -lo volví a hacer. Vi como su brazo se alzaba y atrapaba mi cuerpo contra el de él.- ¡Isco! -grité susurrando, no quería que los demás subieran y vieran esta situación.- Suéltame, joder. -él al fin comenzó a removerse y después se despertó.
-Sé que si no estuviéramos aquí, te hubiera encantado seguir en esa posición. -dijo al soltarme. Puse los ojos en blanco y me paré, seguida de él.
-Como buena persona que soy me quedé para despertarte porque todos tus amigos se bajaron sin ti, y mira como me tratas. -comencé a caminar hacia la puerta del avión pero una mano se enrolló en mi muñeca, impidiendo mi camino. Me jaló hacia atrás y me dio la vuelta, provocando que quedara frente a frente con él.
