capítulo 3

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Cuando salimos de los entrenamientos, se vino todo el combo a casa de Marco con nosotros: Lucas, Álvaro, Isco y Nacho

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Cuando salimos de los entrenamientos, se vino todo el combo a casa de Marco con nosotros: Lucas, Álvaro, Isco y Nacho.

-¿Cómo es qué nunca nos presentaste a Vanessa? Siempre estuvo aquí en Madrid ¿cierto? -preguntó Álvaro. Estábamos todos sentados en el patio de Marco, los chicos tomaban cerveza, menos yo.

-Nunca tuve la oportunidad y sabía que os caería bien y que me la ibais robar, porque os conozco. -Marco le dio un trago a su cerveza y nosotros reímos.

-Pues tenías razón, yo te la robo. -Isco me miró y me guiñó un ojo, aparte la mirada con una sonrisa nerviosa.

-Vanessa es súper maja, tío. -Nacho se levantó y casi se cae.

-No me digáis que estáis borrachos tan temprano. -me puse de pie y todos me siguieron.

-No pienses eso, Vane... -dijo Marco dándole el último sorbo a la lata para luego dejarla en la mesa. Se dirigió al interior de la casa seguido de Nacho, Lucas y Álvaro, todos tambaleándose.

-Que chavales más idiotas. -escuché la voz de Isco a mis espaldas y me giré rápidamente.

-Fíjate que sí. -reímos los dos y luego un silencio inundo el ambiente.

-¿Por qué no estás como ellos? -le pregunté viendo a los chicos por la ventana de la cocina, estaban tomando más.- Joder, voy a matarlo. -exclamé refiriéndome a Marco.

-Nada más me tomé una lata, no caigo tan fácil. -dijo.- A mí me parecen divertidos cuando están así, son unos payasos. -en ese momento los chicos salieron al patio de nuevo, pero Marco no estaba con ellos.

-¿Y Marco? -les pregunté.

-Dijo que iba a su cuarto. -respondió Álvaro.

-Ya vengo. -entré a la casa y subí las escaleras para luego dirigirme a su puerta. -¿Marco? -toqué varias veces pero nadie respondió. Abrí la puerta y el cuarto estaba oscuro. - Marco, ¿estás aquí?

De repente mi cuerpo fue empujado hacia la pared por unas manos en mi cintura, dejándome acorralada. Mi vista se acostumbro a la oscuridad y pude ver el rostro de Marco.

-Marco, ¿qué cojones haces? -traté de zafarme de su agarre.

-Tranquila, Vane. No te haré daño. -acercó su rostro a mi cuello y mi piel se puso de gallina al sentir su respiración en mi cuello.- Te echaste el perfume que tanto me gusta. -volvió a su altura normal y el aliento a alcohol llegó a mis fosas nasales, recordando porqué estaba actuando de esa manera.

-Marco, estás borracho y no estás consciente de lo que haces. -lo tomé por las mejillas para que me viera a los ojos, cuando me vio nos quedamos en silencio, simplemente viéndonos a los ojos.

De un momento a otro, él había apartado mis manos de su cara y las tomó entre las suyas, para luego juntar sus labios con los míos.

Al principio, de la sorpresa no podía ni pestañear, estaba en shock, mi mejor amigo de toda la vida me estaba besando, por primera vez. Soltó mis manos y estás cayeron al lado de mi cuerpo, al sentir sus brazos rodear mi cintura, mi cuerpo se relajó por completo, cerré los ojos lentamente y mis manos viajaron su cuello, mientras jugaban con su cabello.

Lo sentí sonreír cuando le seguí el beso, mordió mi labio y se separó de mí, para dirigirse a mi cuello de nuevo, dejando leves mordidas en este. Yo soltaba pequeños suspiros ahogados, tratando de mantenerme al margen. Sus manos comenzaron a subir por mi espalda junto a mi camisa y ahí fue cuando me cayó el balde de agua fría. Él estaba borracho.

-Marco, para. -aparté sus manos de mi espalda.- Estás borracho y ni siquiera debes de saber ni donde estás parado. -lo empujé levemente hacia atrás y él me miró con fastidio.

-Estoy perfectamen... -no pudo terminar la oración porque salió corriendo al baño, para vomitar. Me senté en la cama para esperarlo, aún sin analizar lo que acababa de pasar.

-Quiero acostarme a dormir hasta dentro de dos días. -lo escuché decir mientras se cepillaba los dientes. Salió del baño y yo me paré de la cama, se quitó la camisa y el pantalón, quedando en bóxer, se tiró en la cama y me vio en silencio por un rato.- Eres preciosa, Vanessa.

-Estás borracho.

-Y ya sabes lo que dicen, los borrachos dicen la verdad. -cerró sus ojos y unos minutos después cayó rendido.

¿Acababa de besarme con mi mejor amigo? ¿Con el que prometí que jamás haríamos esto?

Me acuerdo perfectamente el día que acordamos que ninguno de los dos se enamoraría del otro y hasta ahora, yo lo había estado cumpliendo...

Ahora no estoy tan segura de eso.





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un poquito aburrido el capítulo y algo corto pero al menos ya está empezando a formarse el triángulo amoroso :)

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In between // Isco Alarcón, Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora