Capitulo 09

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Snape estaba sentado cómodamente en un mullido sillón verde musgo en el despacho de Lucius Malfoy bebiendo un trago de whisky de fuego, el nombrado estaba inmerso dentro de un pensadero viendo el recuerdo que Snape le había dado unos minutos antes, el maestro de pociones estaba un poco dudoso en su elección pero ya era tarde para echarse atrás, el patriarca de los Malfoy salió del pensador con el ceño fruncido y con una mueca entre incrédula y divertida.

Al parecer el vástago Potter, tiene cierto carácter - comentó con aire divertido, Snape resoplo indignado el no necesitaba que le dijeran lo obvio- no estoy seguro de que el lord esté interesado en Potter en este momento; me atrevo a aventurar que esta ocupado con algo más, -al ver la duda en el pocionista se explicó- mando a llamar a Bellatrix y le pidió de regreso un objeto que dejo a su cuidado hace algún tiempo, pero he de decirte que si Potter se hace a un lado nos hará las cosas más fáciles, pero no puedo opinar en nombre del lord al final será el quien tome la decisión.

Snape asintió, el también pensaba lo mismo además no le había mostrado el recuerdo completo a Lucius, el esperaba que el lord se mostrara más perceptivo a no matar a Potter al saber que el chico era su horrocrux oh por Merlín iba a necesitar un par de pociones para después de los crucios que probablemente sufriría. Le dio un trago profundo a su bebida antes de encaminarse a la chimenea hecha de mármol blanco para regresas a sus habitaciones en Hogwarts.

Mientras el profesor de pociones regresaba a Hogwarts su más "odiado" estudiante iba su primera detención con la profesora de defensa contra las artes oscuras sin él saberlo.

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El pelinegro tenía ganas de diseccionar a cierto sapo rosa pero aún no lo hacía, Harry por primera vez en su vida quería matar a una persona y nadie lo podía culpar por ello, la mujer le hacía justicia a su nombre Dolores, porque solo causaba dolores de cabeza con sus chillidos estridentes y ahora el sapo lo había castigado solo por leer otro libro en clase, que no era el que ella había recomendado, pero es que esa cosa era basura- suspiro cansado y medio arrastrando los pies camino hacia el despacho de la profesora de defensa- llamo a la puerta y esta se abrió de inmediato.

Bueno señor Potter- dijo con evidente malicia- lo estaba esperando-la mujer se veía muy satisfecha consigo misma.- hará algunas planas esta noche.

Harry ni le prestó atención solo asintió y se sentó en el pupitre dispuesto frente al escritorio, el opto por no ver la oficina pulcramente arreglada que parecía haber sido vomitado de rosa por doquier, era mejor ignorar todo,- profesora que desea que escriba en el pergamino – pregunto una vez estaba listo para escribir sobre el pergamino le extraño el no ver el tintero pero pensó que la pluma tal vez estaba encantada.

Debo leer solo lo concerniente a mi materia y no desobedecer a mis profesores- dijo con una sonrisa dentada que la hacía ver más fea de lo que ya era.

Harry comenzó a escribir pero noto un dolor en la mano al escribir la primera palabra, soltó la pluma como si quemase y se revisó la mano donde vio un punto rojo, entrecerró los ojos hacia la pluma y luego vio a su profesora que parecía muy conforme con si misma- profesora esa pluma... es una pluma de sangre.

Mmm -Hizo un ademan de mano mientras se limaba las uñas- Señor Potter escriba sobre el pergamino que no tenemos toda la noche- dijo como si no hubiese escuchado al ojiverde. Ante esto Harry simplemente se levantó del pupitre y camino hasta la puerta de salida él no iba a ser víctima de nadie y menos de ese sapo rosa.- señor Potter a donde cree que va- chillo la mujer indignada que con un movimiento de varita cerró la puerta la mujer hiso un hechizo que reconoció como un hechizo silenciador, la volteo a ver con sospecha - señor Potter sino quiera tener consecuencias se sentara nuevamente y comenzara a escribir sobre el pergamino- dijo altaneramente como si fuese normal que el estudiante frente a ella obedeciera, al ver que Harry no obedecía le lanzo un hechizó – Crucio - grito la mujer y de su varita salió un rayo rojo.

Matrimonio en PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora