15. Alvar

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El sol está despuntando y debemos ponernos en marcha si quiero llegar cuando antes a Swean. He dejado el reino bajo la protección de mis primos, los Norgios, no podía dejar a mi pueblo sin un ejército y sin armas para luchar en el caso de que los Ryskas traicionen el plazo de tiempo en el que dijeron que no atacarían. No me perdonaría perderme la batalla, no soportaría dejar a mi pueblo librar mi lucha. Swean es mía y yo debo defenderla, tal y como padre murió.
La estúpida de Sorena ya está siendo despertada por el viejo, no se si podré soportarla durante el tiempo que viva. Sólo me queda la satisfacción de que es hermosa, almenos no me sentiré desgraciado a despertar y ver que tengo al lado a un enjendro del maligno. Es voluptuosamente delgada. Una contradicción pero tratándose de algo como ella, su enloquecedora figura es sólo otra arma de brujería que conduce a la perdición de cualquier hombre. Totalmente deliciosa.
Cuando la vi salir de la tienda, los rayos del sol bañaron su piel bronceada. Esa imagen me hizo la boca agua, sentí su piel como caramelo, dulce, suave, listo para ser devorado.
Sí, definitivamente iba a ser muy feliz viendo esa piel cada día.
No es mi hermana. No , no lo es ,  más bien es como una campesina traída al castillo, arráncada de su hogar como premio para el ejército. Sólo que no era tratada como un premio. Si hago memoria, me he sentido atraído por ella siempre, desde que éramos niños, no me había permitido admitirlo nuna pero ya da igual. También sé que desde que es una mujer, se ha convertido en el deseo ponzoñoso que arde en pavesas de todo hombre que haya tenido la gracia de verla. Es un talento de seres como ella, enloquecer hombres.
Cogí mi cantinplora y di un trago largo. Miraba de refilón a Sorena que estaba sentada en las rocas,  tomando la sopa que Jerker preparó anoche.
Apreté los puños.
Después de todo lo que padre hizo por ella , no pudo obedecer y casarse con el maldito príncipe crisantemo, si lo hubiera hecho, los  tendríamos de alíados, ellos tienen un ejército muy numeroso, con nuestros soldados y los suyos podríamos haber aplastado a los Ryskas. Padre estaría vivo y yo no tendría que casarme con ella. Podría haberme casado con mi verdadero amor. Anna, mi Anna, tus cabellos de oro y tu tez blanca como el alabastro siempre estarán en mi memoria. Te buscaré y te haré mía hasta que nos duela. Siempre tan fina, tan delicada, tan obediente. Podrías haber sido una reina de ensueño, tan querida por el pueblo, todos hablarían de tus exquisitos modales , de tu finura , los poetas, pintores y cantantes habrían encontrado en ti la inspiración eterna. Tener al lado respaldando y embelleciendo mi reinado una figura tan conservadora y perfecta como la tuya es el sueño de cualquier rey. El complemento perfecto.
Por suerte o por desgracia no me siento del todo abatido, ni siento que te haya perdido. Primeramente porque porfin voy a apagar la llama que me quema el pecho desde mis primeras horas como hombre. Voy a apagarla tomando a Sorena, bruja del demonio que ha enloquecido mis pensamientos de hombre hasta cuando estaba con Anna. Por otro lado, no la he perdido del todo, porque puedo seguir amándote, mi querida Anna, puedo amarte a ti y dar rienda suelta a mis impulsos a la vez que aseguro la protección del reino.
Escuché el acero y el cuero de Gösta y Lars acercarae a mi. Los dos tenían buen aspecto aparentemente pero yo sabía que no estaban bien realmente. Gösta perdió a sus cuatro hermanos y sus dos hermanas en el transcurso de su vida. Las enfermedades  han estado muy presente en su vida , tanto que acabó con todos sus hermanos y su padre. Sólo le quedaba su madre. Y estaba sola en Swean . Lars tambien había perdido a su padres, también a su madre y a sus dos hermanas, sólo quedaba viva la alegre Elsa. Alegre joven cuya vida había amenazado con algo peor que la muerte para obligarlo a traerlo hasta aquí. 
-Partiremos cuando ordenéis, mi señor -dijo Gösta.
Me acerqué con paso lento, clavando mis botas sobre la tierra , con los hombros rectos y la cabeza levantada.
-Ésta vez quiero que sea Lars quien lleve a Sorena.
Gösta asintió con la cabeza y Lars dijo:
-Como gustes, mi señor-se golpeó el pecho con el puño.
Me dirigí a preparar mi caballo. Jerker hacía lo mismo y Sorena lo observaba , absorta en sus pensamientos, con la mirada perdida.
Siempre había sabido que Gösta moría de deseo, tal vez de amor, por Sorena. Haría cualquier cosa por Swean pero no quiero agrabar el dolor de un soldado tan valeroso y fuerte con él. Me ha servido bien y en el futuro se que también lo hará.
Aún recuerdo la primera vez que Gösta me pidió la mano de Sorena. Debíamos tener como quince años, recuerdo que me puse terriblemente celoso y que lo habría golpeado si Lars no me hubiera detenido. Durante varios años volvió a pedirme su mano pero le dejé claro que Sorena se casaría con un príncipe y no con un simple soldado, no volvió a pedirme su mano jamás pero sus temas de conversación me dejaron muy claro que pensaba en ella día y noche.
Y estoy convencido de que a Lars también le gusta pero es lo bastante sensato como para no dar muestras de ello.
Jerker se acercó montado en su caballo y yo hice lo mismo.
-Me pondré el último para resguardar a Sorena .
No le respondí y nos pusimos en camnino. Jerker al final, después Lars con Sorena , Seguido de Gösta y por último pero contrariamente a mis palabras, el primero, yo. Un puñado de soldados nos resguardaba por delante y el resto por detrás.
Ibamos avanzando por el bosque, dejamos atrás el claro abierto en el que pasemos la noche . Sólo respirabamos aire puro y lo agradecí, ultimamente había estado muy estresado, aunque sea por un momento, el aire y yo fuimos uno solo.

Desterrada © En ReescripciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora