Capítulo XIV: Decisión

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Llegó el atardecer y el entrenamiento en el campamento rebelde de Onderon continuaba.

-Los droidekas son veloces, tienen armas gemelas y sus propios generadores de escudo, nada, excepto un cañon los perforará- explicaba Anakin a los rebeldes mientras señalaba a varios droidekas que los rebeldes capturaron -Solo tienen dos debilidades y tendrán que trabajar juntos para explotarlas-

Entonces el Capitán Rex presionó un botón en su muñeca, causando que el primer droideka se desplegara.

-Los escudos repelen disparos a gran velocidad, lo que no pueden detener son movimientos lentos o casi inexistentes, están diseñados para absorberlos y que nada impida su avance- continuó Anakin.

Tras esto Ahsoka lanzó una granada aturdidora con bastante suavidad, logrando que atravesara el escudo del droideka y lo desactivara.

-Los droidekas no pueden ver por detrás, una distracción combinada con un ataque sorpresa los eliminará, la clave es lanzar la granada a la velocidad apropiada- dijo Ahsoka a los rebeldes.

-Ahora es su turno, las granadas están desactivadas, sólo concéntrense en atravesar el escudo- dijo Galen, y tras esto le lanzó una granada a Saw.

-Mira y aprende- le dijo Saw a Lux mientras se preparaba para lanzar.

Lanzó la granada de una manera tan brusca que esta simplemente rebotó en el escudo.

-Mi turno- dijo Lux, y Galen también le lanzó una granada.

La granada de Lux entró sutilmente en el escudo sin ningún problema.

-Buen toque- le dijo Ahsoka sonriendo.

-Gracias- respondió Lux, Steela se encontraba detrás de el y los observaba con una mirada molesta.

-Nada mal- dijo Steela, entonces Galen le dio una granada.

Steela lanzó igual que su hermano y la granada rebotó.

-Controla tu frustración, solo te bloqueará- le dijo Anakin.

Lux se acercó a ella y la tomó por el brazo.

-Mira, usa tu hombro, mueve el brazo y pon tus ojos en el objetivo- le dijo Lux a Steela mientras la ayudaba a balancear el brazo, Ahsoka los observaba atentamente, en su cara no había ninguna expresión especifica.

-Oye Ahsoka- le dijo Galen poniéndose en frente de ella y sacándola del trance -Vamos, el grupo nos espera-

-Claro, perdón- dijo Ahsoka mientras seguía a Galen, lo que ella no sabía es que el había hecho eso a propósito, Galen odiaba verla observando a Lux.

Unos momentos después, varios rebeldes se encontraban disparando a cabezas de droides, pero de pronto varios escuadrones de droides reales empezaron a aparecer de entre la maleza.

-Esperen, ¡Esos son droides reales! ¡Cúbranse!- gritó Saw, tras esto comenzó el intercambio de disparos.

Los Jedi sacaron sus sables de luz, pero en vez de avanzar, se cubrieron al igual que los soldados.

-¡Parece que el entrenamiento terminó!- dijo Anakin.

-¡Vamos! ¡Yo tomaré el flanco izquierdo! ¡Tú el derecho!- le dijo Galen, estaba listo para cargar contra los droides.

-No Galen, recuerda que estamos aquí como instructores, no podemos pelear esta guerra por ellos- respondió Anakin justo antes de que Galen se lanzara al combate.

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