Dicen que entre los Jedi no puede haber lazos, no puede haber... amor, pero cuando los sentimientos toman el control, cualquiera es capaz de hacer hasta lo imposible para proteger a los que ama.
Esta es la historia que cuenta las aventuras vividas p...
Gales estaba completamente inconsciente en el asiento de conductor del Sombra Furtiva, la nave viajaba por el hiperespacio sin rumbo alguno mientras Galen se encontraba completamente sumido en sus sueños.
-La Orden te necesita, yo te necesito, no se que haría sin ti Ahsoka-recordaba en su mente, el momento en que la chica que amaba lo había dejado.
-Lo sé- respondió la voz de su amada mientras ese doloroso recuerdo se desvanecía perdiéndose en su mente.
Hacía ya mucho tiempo que no la veía, Galen tenía que encontrarla, con todo el caos que estaba surgiendo en la galaxia la necesitaba mas que nunca.
Los recuerdos regresaron, el momento en que ella lo besó regresó a su mente, Galen se sentía culpable desde aquel día, lo atormentaba recordar como simplemente la había dejado irse, tenía que asegurarse que ella estaba bien tras esta misteriosa "Orden 66" que había vuelto traidores a los Clones.
Galen seguía perdido en su mente, recordando los momentos que había vivido con Ahsoka, aquel día que se conocieron de niños y como fueron a la cueva de los cristales Kyber, como entrenaban juntos en Templo Jedi, aquel día que ella le regaló el colgante que ahora tanto apreciaba, ese día cuando el la rescató de los esclavistas Trandoshanos, las experiencias que había compartido liberando Onderon y como el se había puesto celoso de Lux, todo esto pasaba por la mente de Galen como si de un álbum de recuerdos se tratara.
Algunos buenos, otros malos, otros completamente inclasificables, todos esos recuerdos fueron interrumpidos por un sonido de alarma que lentamente comenzó a despertar a Galen, el cual vio como los recuerdos se desvanecían mientras regresaba a la realidad.
Galen abrió los ojos, aun le dolía todo el cuerpo, no sabía como aún seguía vivo después de caer de cara desde una altura considerable y perder tanta sangre.
Aún veía borroso, pero pudo identificar la pequeña pantalla de donde venía la alarma y trato de enfocar la vista hacía ahí.
-Mierda- pensó Galen cuándo vio lo que estaba pasando, la nave había seguido por el hiperespacio todo el tiempo que el había estado inconsciente, y ahora la alarma le avisaba que si no se detenía pronto se estrellaría con un gran objeto inminente que se cruzaba en su trayectoria.
Aún más dormido que despierto, Galen comenzó a teclear desesperadamente algo en la consola de mandos de su nave, su mente seguía muy nublada por el cansancio, así que la nave no se detenía pues los códigos que tecleaba estaban mal.
La alarma comenzó a sonar más fuerte, avisándole que el gran objeto se encontraba cada vez más cerca de el, así que Galen, en un movimiento desesperado, destapó una de las consolas de la nave y arrancó el cable que daba energía al hiperimpulsor, dejándolo completamente inservible.
La nave salió del hiperespacio de golpe, causando una sacudida que tiró a Galen de su asiento.
Con bastante esfuerzo se logró levantar, pero lo que vio frente a su nave lo dejo completamente atónito, algo que nunca había visto en su vida.
El "gran objeto" del que la alarma le había estado avisando resultó ser una especie de superestructura mucho más grande que cualquier crucero estelar que conociera, tenía una forma muy peculiar y un gran núcleo de una energía que Galen no pudo identificar brillaba en la mitad de la estructura.
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