Tanto Obi-Wan como Galen regresaron al Templo Jedi abordo del Sombra Furtiva, casi no hubo palabras en el camino, ambos Jedi estaban concentrados en sus respectivos pensamientos.
Una vez en el Templo, ambos recibieron la felicitación por acabar con Dooku y rescatar al Canciller de parte del Consejo, cosa a la que Galen no prestó mucha atención.
El Maestro Obi-Wan entonces recibió la orden de viajar al sistema Utapau para confrontar al General Grievous que había sido visto por última vez ahí.
Por el otro lado, Galen fue encomendado de ir al lejano mundo de Nal Hutta que estaba siendo tomado por los Separatistas, tenía que repeler a las fuerzas invasoras a toda costa junto a su Legión 127 para que la Republica pudiera mantener sus tratos comerciales con el clan de los Hutt.
Galen recibió sus órdenes y abandonó la sala con intención de dirigirse hacia el crucero que lo llevaría al planeta, no sabía que esta sería la última vez que vería el Templo Jedi, su hogar, tan pacifico como el lo recordaba.
Durante el camino por el hiperespacio, Galen se mantuvo en uno de los espaciosos hangares del crucero, meditando mientras admiraba el inmenso vacío del espacio.
Incluso esa vista de estrellas y constelaciones le recordaba a cierta chica de brillantes ojos azules que le robaba el sueño todas las noches.
Galen no podía sacársela de su cabeza por mas que quería, la forma en la que ella había abandonado la Orden le taladraba los pensamientos diariamente.
-¿Que había significado ese beso?- Era una pregunta que no dejaba en paz la conciencia de Galen, el no podría volver a dormir tranquilo hasta encontrar la respuesta, y solo la encontraría si hallaba a Ahsoka, por eso deseaba con todas sus fuerzas que pronto se acabara la guerra.
Pocas horas después el crucero arribó al planeta junto con varios más, ahí se encontraron de cara con un bloqueo Separatista, así que empezaron a atacar para poder abrirse paso hacia la atmósfera.
-¿Cual es la situación?- le preguntó Galen al Almirante de la nave al ver que no entraban en la atmósfera.
-Los Separatistas tienen un bloqueo alrededor del planeta, no podemos avanzar y tampoco poseemos potencia de fuego suficiente para romperlo, lo más sensato es retirarse- le respondió el Almirante con voz agitada, estaba corriendo de un lado para otro mientras gritaba instrucciones.
-¡Nada de retirarse! Dígale a todos los soldados que se reúnan en los hangares, yo pensaré en algo- le ordenó Galen al Almirante mientras se empezaba a dirigir hacia el hangar, nunca había fracasado en un misión y no iba a empezar ahora.
Mientras caminaba, pronto pensó en una táctica más sutil que un ataque directo, entonces recordó la última misión que había emprendido con su Maestro, utilizar la misma táctica de aquella vez para distraer al enemigo y rodearles podría ser de gran ayuda.
Con entusiasmo gracias a esta idea, Galen sacó el collar de Ahsoka de su cuello y lo apretó entre sus manos.
-Esto lo hago por ti, te buscaré cuando acabe esta estupida guerra, lo prometo- le dijo Galen al collar en silencio, pensaba que Ahsoka, donde sea que estuviera, lo estaría escuchando.
Entonces se volvió a colocar el collar alrededor del cuello justo a tiempo para entrar en los hangares, todos sus soldados de la Legión 127 junto con el Comandante Letho ya lo esperaban ahí.
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Por fin te encontré
FanfictionDicen que entre los Jedi no puede haber lazos, no puede haber... amor, pero cuando los sentimientos toman el control, cualquiera es capaz de hacer hasta lo imposible para proteger a los que ama. Esta es la historia que cuenta las aventuras vividas p...