Capítulo XIX: Escape

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Galen salió del hiperespacio justo frente a la atmósfera de Coruscant, listo para descubrir que estaba sucediendo, en el camino había intentado comunicarse con varios Jedi que conocía pero ninguno respondió, presentía que algo muy malo estaba sucediendo.

El Sombra Furtiva entró en la atmósfera del planeta en la oscuridad de la noche, Galen pudo divisar a lo lejos el Templo Jedi, una estela de humo salía de la parte superior de la estructura, así que Galen aceleró su nave para llegar rápidamente.

Cuando se acercó lo suficiente, pudo notar bastantes lanzaderas de la Republica en la puerta del Templo, definitivamente eran los clones quienes habían irrumpido dentro, así que esta "Orden 66" parecía que había sido decretada a nivel galáctico.

-Mi hogar...- pensaba Galen con tristeza mientras sobrevolaba el Templo y contemplaba los considerables daños estructurales que tenía la zona.

Pronto la tristeza cambió por enojo, estaba dispuesto a encontrar al causante de la Orden 66 y hacerlo pagar, así que se acercó lo suficiente y entró con su nave en uno de los hangares.

Al tocar tierra, Galen comenzó a escuchar ruidos de disparos provenientes del interior del Templo, además olía a quemado, definitivamente estaba sucediendo una batalla en el interior.

Cuando entró, vio algo que hace tan solo unos días hubiera considerado impensable, una batalla campal entre clones y Jedi, batallones enteros de clones atacando a los que antes habían sido sus generales, ¿Quien sería capaz de ordenar una atrocidad así?.

De pronto Galen fue visto por un escuadrón de soldados, que se dirigieron hacía el disparando.

Galen no tuvo más remedio que sacar sus sables de luz y contraatacar, acabando con el escuadrón entero a pesar de todavía tener problemas para manejar bien su brazo herido.

Una vez fuera de peligro, Galen examinó los cadaveres que había dejado, se horrorizó completamente al ver los detalles en azul de sus armaduras.

-La Legión 501- pensó, no podía creer que una de las más respetadas Legiones de la Republica estuviera atacando un lugar tan sagrado como el Templo Jedi.

Galen sabía que Anakin era el General de la Legión 501, se preguntaba si había hecho algo por detenerlos o si ya se había sumado a la lista de bajas, con tanto desastre todo estaba muy confuso.

Por lo menos estaba aliviado de que Ahsoka no estuviera ahí para presenciar semejante atrocidad, esto hubiera destrozado su sensible corazón y Galen no estaba dispuesto a permitir que eso sucediera.

De inmediato Galen se sumó a las fuerzas Jedi que defendían el Templo, ayudándolos a salir de zonas completamente llenas de clones disparando, salvándole la vida a varios Padawans e incluso a algunos Maestros.

De pronto identificó a una figura encapuchada que no se parecía para nada a los clones, portaba un sable de luz azul y estaba acabando con todo a su paso, matando a cualquier Jedi que pudiera.

-Un traidor- dedujo inmediatamente, si realmente este Jedi era el que había orquestado esta masacre Galen lo haría pagar.

Se acercó corriendo a la figura dispuesto a atacarle, pero al parecer el encapuchado lo había visto venir e inmediatamente lo lanzó hacía atrás con un empujón de la Fuerza, haciendo que se estrellara con una pared.

Al instante el encapuchado se dirigió hacía el con una velocidad sobrehumana y el sable alzado, listo para acabar con el, Galen apenas tuvo tiempo de reaccionar y sacar uno de sus sables para bloquear el contundente ataque, iniciando un choque de sables.

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