Capítulo doce: Sin juicio y con amor

534 78 6
                                    

Tenemos que decidir qué hacer ― Dijo Tae mientras miraba a Jungkook sonriente ―Las posibilidades son quedarnos aquí y holgazanear hasta mañana...entre otras cosas ― Esto último lo dijo acercándose para abrazar a Jungkook y besarlo ― O salir por ahí y pasar el día dónde tú quieras

Jungkook que tenía la cabeza apoyada en las piernas de Tae, mientras su cuerpo estaba todo estirado sobre la cama, se quedó pensando un rato antes de responder ― Salir es algo temerario ¿No crees?

¿Crees que no pasaremos desapercibidos? ― Dijo Tae mientras ponía cara de duda

Tendríamos que tomar taxi, además hace calor, no podríamos cubrirnos demasiado. Creo que salir es complicado ― Reflexionó Jungkook, quien tenía mucho miedo de que les vieran juntos, sobre todo si ambos habían tomado rumbos distintos. Sería cuando menos sospechoso.

Esta bien, saldremos por la noche a dar un paseo al mirador ¿Eso estará bien? Lo siento, si no salgo me agobio ― Dijo Tae con cara de tristeza

Lo sé, es algo que necesitas, siempre lo has necesitado. Estará bien para mí. Sabes que me gustaría ir contigo a dónde quisieras sin miedo de nada, pero por ahora es imposible ― decía Jungkook y despacio acariciaba las manos de Tae.

Me gustará cualquier cosa que haga contigo y quedarnos aquí no está mal. ¿Sabes que es la primera vez que te veo en mi cama? Siempre voy yo a la tuya ― Jungkook sonrió antes de responder ― Vendré más a menudo. Lo prometo ― Tae miraba su sonrisa maravillado. Le gustaba tanto verlo sonreír.

Jungkook se levantó y acomodó de forma que dejó su rostro pegado al de Tae. Le besó. Una y otra vez. Le acarició la piel desnuda y se pegó a él mientras seguía besándole. A intervalos le sonreía de la forma más libida que era capaz. Jungkook hacía y Tae se dejaba hacer y lo disfrutaba, sus pensamientos estaban puestos en ese momento en el presente. No había nada más hermoso en el mundo que ese chico maravilloso amándole apasionadamente.

Un par de horas más tarde Tae suplicaba ― ¡Aliméntame de algo que no seas tú! ― Jungkook reía. ― Está bien, tú a la ducha y yo llamaré pidiendo algo de comida ¿Te apetece algo especial? ― Preguntó el pequeño ― Pide lo que quieras, pero agrega ensalada ― Dijo Tae que saltó de la cama y se dirigió al baño, mientras Jungkook cogía el teléfono y llamaba al servicio a domicilio.

Más tarde duchados ambos, vestidos cómodamente, estaban sentados a la mesa comiendo lo que les habían traído ― Pediste comida para todo BTS ― Bromeaba Tae

Esto apenas alcanza para mí ― Respondía Jungkook con la boca llena.

Tae le miraba embelesado. Era tan distinto verlo de esta manera. Relajado, feliz, seguro. Así quería verle siempre. Disfrutar junto a él sin preocupación alguna.

Interrumpió los pensamientos de Tae una llamada entrante al móvil de Jungkook, era su madre nuevamente. Jungkook pensó en responder, pero ignoró la llamada. Si le decía que estaba en casa y que no había salido podía presentarse ahí.

Es mi madre. Le enviaré un mensaje más tarde ― Le comentó a Taehyung. Este asintió. Era lo mejor.

Comieron, mientras se entretenían en conversaciones vánales, que si Suga lo estaría pasando mal y su hermano y J-Hope estarían mirándole desde la sima del Apsan mientras intentaba subir, que si RM y Jin estarían preparándose para el concierto, que si Jimin sería la persona más mimada del planeta en este momento. Volvió a sonar el móvil de Jungkook. Este lo miró con desesperación, pero volvió a ignorarlo. Tae no dijo nada. Continuaron hablando de música, de sus canciones favoritas, de las últimas fotografías que se tomaron juntos.

Mi todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora