― Tae ¡Despierta! ¡Vamos dormilón! ...¿Qué haré contigo? Cosquillas, besos...¡Agua! ― Tae sonreía mientras ocultaba el rostro en la almohada ― ¡Estoy despierto! ¡Agua noooo! ― Jungkook empezó a moverse por la habitación buscando en el armario una camiseta, en tanto Tae se desperezaba y le miraba complacido ― ¿Por qué te has levantado tan pronto? Aún faltan cuatro horas para recogerles en el Hotel ― Jungkook le miraba moviendo la cabeza ― ¿Por qué eres así? Te dije ayer que quedamos con ellos a desayunar― Tae había olvidado por completo lo del desayuno, y es que la noche anterior habían tenido una noche de chicos incluyendo a sus padres y habían terminado más que mareados. Se sentía agradecido de que las vacaciones de sus suegros y padres hubiesen llegado a su fin. Llevaban un par de semanas de locura con todos ellos en NY, lo bueno es que se habían quedado en un Hotel y no en su casa ¡Dios bendiga los departamentos pequeños de NY! De otra forma su vida habría estado a punto de colapsar ― ¡Hagamos un último esfuerzo por la unidad familiar! ― Dijo levantándose de un salto y corriendo hacia el cuarto de baño, mientras Jungkook terminaba de vestirse sonriendo ante las gracias de su marido.
En el aeropuerto se sucedían los abrazos y las caricias, las lágrimas de las madres, los ojos lagrimosos de los padres ― Estaremos allí por Navidad ¡Por favor! ¡No llores! ― Jungkook abrazaba a su madre e intentaba consolarla, mientras Tae tenía cada brazo pasado por sobre los hombros de sus progenitores y acariciaba el cabello de su madre que en silencio derramaba lágrimas ― Estos dos meses pasarán rápidamente y luego nos veremos muy a menudo― Tae intentaba tranquilizar a su madre, pero de alguna manera pensaba que verse a menudo iba a ser algo estresante. Estas dos últimas semanas ellos habían absorbido a sus hijos de tal forma, que si Jungkook y Tae no hubiesen hecho un tour común para todos, apenas se habrían visto, y cuando se veían estaban agotados ― ¡Venga! ¡Todos! ¡Otro abrazo! ― Dijo Tae con voz de barítono. Jungkook reía. Hace algunos años la imagen que veía era inimaginable, pero el tiempo, la paciencia y el amor de Tae habían conseguido que sus padres se rindieran ante él y lo amasen como solo Tae merecía. Ver a su madre acariciando el cabello de Tae y revolviéndolo mientras le pedía que cuide bien de él, era casi mágico.
Un par de horas después estaban de regreso en su piso, tirados en el sofá, Jungkook sobre Tae, en actitud contemplativa. Había tanto silencio alrededor de ellos que era algo agradable de disfrutar, aunque ninguno de los dos lo diría en voz alta. Estaban disfrutando de un abrazo suave, sentido, maduro, sin prisas, sin miedos.
Quedaban apenas dos meses para regresar a Corea, sería la tercera vez que lo hiciesen desde que se fueron a vivir a NY. Aprovecharon el parón del grupo cuando sus compañeros empezaron a alistarse al servicio militar. Ambos sabían que no podrían realizar ningún tipo de servicio dado la gravedad de las lesiones que habían tenido durante el accidente. Jungkook intentó con el servicio público, pero no fue aceptado por su incapacidad para permanecer sentado por muchas horas producto de las lesiones. No se lo tomaron a mal, decidieron hacer cosas por su cuenta mientras esperaban el retorno del grupo. Viajaron a América para perfeccionar su inglés, para participar en un programa de caza talentos para la agencia, que resultó ser todo un éxito. Ambos eran rostro de varias empresas coreanas destacadas en occidente y además cada uno tuvo tiempo suficiente de dedicarse a sus hobbies favoritos, Jungkook la fotografía y Tae el cine.
Se casaron en América, solo J-Hope y RM pudieron viajar para acompañarles, y fue más bien una ceremonia simbólica. Registraron su matrimonio como extranjeros y la validez del mismo en términos legales solo competía al estado, pero ellos se sintieron felices. Les hubiese gustado compartir con todo el grupo esa alegría, pero las agendas para los que no estaban enlistados eran agotadoras, así es que se conformaron con una cena íntima como celebración junto a sus dos amigos.
ESTÁS LEYENDO
Mi todo
FanficPor un accidente Taehyung perdió sus recuerdos más preciados. Ahora tiene que reconstruir su vida y convertirse en alguien que le da miedo ser. Cerca de él estarán sus amigos para ayudarle, en especial uno de ellos, un chico que le resulta tan esqui...