SIRVIENDO POR AMOR

PERDIDO

Me metieron a una celda de la comisaría mientras que preparaban las cosas para el juicio. Esto iba a acabar muy mal para mí si no hacía algo.

-Sheila -levanté la cabeza de entre las piernas y me encontré a Jane delante de la rejas- ¿Estás bien?

-La idea de que me pueden quitar a mi bebé no me está ayudando mucho a encontrarme bien -abrió la puerta de la celda y entró conmigo.

-¿Quitártelo? ¿Te ha dicho Ethan eso? -se sentó a mi lado.

-Si -me limpié el rastro de lágrimas.

-Pues no va a ocurrir eso. Voy a declarar a tu favor -me anunció muy contenta.

-¿En serio vas a hacer eso? -mostré una sonrisa después de días sin hacerlo.

-¡Claro! Eres mi amiga -me cogió de las manos- No me creo nada de lo que dicen sobre ti. Vale que hayas tenido contacto Matt, que el bebé sea suyo... Pero te conozco. Tú eres una buena persona.

-Oh, Jane -le dí un fuerte abrazo- No sabes lo que me alegro de que no te hayas puesto en contra mía. No voy a poder con todo esto yo sola -me reí por alegrar un poco el ambiente.

-Las dos lo vamos a lograr -me animó- Por este pequeño o pequeña -me acarició la barriga.

-Si. Lo haremos -tras unos segundos de silencio, se me pasó una pregunta por la cabeza- ¿Está saliendo todo esto por los medios?

-Me temo que sí. Ya sabes que el caso de Matt ha sido muy importante desde los atentados... Es normal que después de tanto tiempo y que se haya encontrado una pista se haga viral -eché la vista hacia otro lado muerte de la vergüenza porque todos creyeran que soy una asesina.

-Podrían haberse esperado. No es oficial que trabaje para Matt -comenté molesta.

-Lo desmentiremos -me dió unos de sus masajes tranquilizadores.

-Deposito toda mi confianza en ti... Por cierto, ¿se puede saber que hora es? Entre interrogatorios y estar aquí se me está haciendo eterno -dije bastante desesperada.

-Las nueve y media. Mi turno termina a las nueve, pero estando tú aquí no voy a ir a ningún sitio -guardó su móvil en el bolsillo tras ver la hora.

-Jane, deberías de ir a descansar, estarás muy...

Boom. Sonó de pronto.

Las paredes comenzaron a temblar y algunas a resquebrajarse. Las alarmas de humo empezaron a hacer sonar sus ruidos tan ensordecedores.

Nos agachamos ambas al suelo para impedir que algo nos cayera encima mientras que se producía el temblor.

Dos minutos después, todo paró. Todo estaba en el silencio. El humo se había adueñado de la comisaría.

-Jane, ¿estás bien? -me atrevía a hablar.

-Si. Salgamos de aquí -a gatas, salimos hasta llegar a la sala principal.

Varios cuerpos estaban tirados en el suelo, sin moverse. Ahí había tenido lugar la explosión.

-Hay mucho humo -Jane se tapó la nariz y la boca con su pañuelo del cuello.

-Si -tosí fuerte. Me estaba empezando a encontrar mal- ¿A qué habrá venido la explosión?

-No lo sé. Habrá que llamar a la ambulancia -la voz de Jane me sonaba muy lejana.

Mis piernas parecieron que se convirtieron en flanes, lo que provocó que cayera de golpe al suelo.

-¡Sheila! -gritó Jane arrodillándose a mi lado.

La barriga me estaba doliendo demasiado. Es como si al respirar el humo, algo me estuviera quemando por dentro.

-Sheila -noté unas manos en mi rostro. Eran las de Ethan- Vamos a sacarte de aquí -hizo un gesto con la mano y varios agentes llenos de suciedad me cogieron para llevarme al exterior.

Pero para cuando ya estaba fuera, había perdido el conocimiento.

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¿Qué está pasando con tantos atentados? 🤔 ¿Opiniones?