SIRVIENDO POR AMOR

ERES EL MEJOR

Eran ya las nueve de la noche y no nos habíamos vuelto a hablar desde las doce de la mañana. Nueve horas sin hablar. Viendo que no iba a hacer amago de venir a hablar él para arreglar las cosas, me ví obligada yo.

Los golpes fuertes me hicieron saber donde se podía encontrar. Entré al gimnasio quedando un poco mareada por el olor a humanidad que había allí. Matt estaba en el fondo acompañado por algunos chicos que también hacían ejercicio.

Me acerqué a ellos y me paré al lado de Matt, que estaba muy concentrado golpeando un gran saco de boxeo.

-Matt -le llamé- Matt, quiero hablar contigo -pero siguió dándole al saco- He venido para arreglar las cosas -continuó a lo suyo pasando de mí- ¿Vas a estar pasando de mí todo el rato? -uno de los chicos vino y me cogió del brazo.

-El amo no está de humor. Será mejor que te vayas -le quité el brazo de mala gana.

-¡No voy a irme! Tan sólo quiero hablar con mi novio, como una pareja normal -fue decir aquello y estampó un fuerte puñetazo al saco seguido de otros más.

Esperé a ver si paraba, a ver si se cansaba. Pero aquel chico tenía una resistencia de acero.

-Si de verdad me quisieras, no estarías tratándome así -avancé para irme y fue cuando el ruido del saco cesó.

-No -habló por primera vez- Que no se te vuelva a pasar por la cabeza que no te quiero -el sudor resbalaba por su torso desnudo.

-Entonces, ¿por qué pasas de mí? -quedamos frente a frente.

-Estoy enfadado. Ya sabes cómo me pongo cuando me enfado. No quería hacerte nada -yo suspiré sonriéndole.

-Lo importante es... Que me siento fatal. Siento haberte dicho eso -posé mi mano sobre su pecho- El único monstruo aquí soy yo por haberte dicho eso.

-Sheila, tenías razón -juraría que los ojos se me salieron de las órbitas al escucharle decir aquellas palabras.

-¿Acabas de decir que tengo razón? -pregunté asombrada.

-Si. Pero no te acostumbres a ello -me reí por lo bajo pero me levantó el rostro para que le volviera a mirar a los ojos- Escúchame... Ya está todo arreglado. Mandé a Rose hace un par de horas a la enfermería. Está recuperándose.

-¿Qué? ¿Estás en serio? -asintió y me tiré a sus brazos- Gracias. Gracias. Eres el mejor -él también me abrazó.

-Puedes ir a verla. Se le habrá pasado ya la anestesia -le dí un beso y salí dirección a la enfermería.

Narra Matt:

-Señor -me llamó Henry por detrás- ¿No cree que...? Sería una buena idea si le dijese la verdad -opinó cuando Sheila ya había salido del gimnasio.

-Mi única prioridad es tenerla feliz y protegida. Y si para ello es necesario ocultarle cosas, lo haré -informé a mis hombres que terminaron asintiendo.

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😨 ¿Qué habrá hecho Matt esta vez? ...