Capítulo 25

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Los chicos llegaron tipo cinco de la mañana a un bosque, donde solo había una cabaña con un cuidador, y unas cuantas personas más, MinGyu quien no había podido pegar una pestaña en toda la noche, trago saliva al ver la cara de matón que tenía el portero del lugar. El amigo de AiLee estaciono el vehículo y despertó con la bocina a todos los que aún estaban dormidos.

Los trece chicos bajaron adormilados del minibús y descargaron sus cosas. Desde la casa principal un hombre de unos cuarenta años salió, llevaba una especie de uniforme militar junto a una gran mochila de montaña, tenía un rostro severo y estudiaba atentamente el rostro de los nuevos chicos. Tenía preparados para ellos una gran aventura que jamás olvidarían, tal como se lo había prometido a la amiga de su sobrino.

-Bienvenidos al campamento el loto negro, yo seré su jefe de equipo, deberán hacerme caso en todo. Este campamento se subdivide en varios equipos compuesto por trece reclutas, que compiten durante una semana para encontrar el tesoro de la vieja organización criminal el loto negro. Ahora nos dirigiremos al lugar donde nos corresponde montar el campamento colóquense sus mochilas y sus cosas que se nos hace tarde, debemos llegar antes de mediodía.

Los chicos que estaban más despiertos tuvieron que ayudar a despabilar a los que aún no salían de las redes de Morfeo. Hoshi y SeungKwan trataron de hacer reaccionar por lo menos cinco minutos a Woozi sin mayor éxito teniendo que arrastrarlo los dos primeros kilómetros.

SeungCheol iba detrás del grupo vigilando que ninguno se quedara atrás, la ruta por la que iban no tenía señalética, así que extraviarse podía ser algo de lo más probable teniendo en consideración los despistados que podían llegar a ser los chicos. Cuando vio a Chan bajar el ritmo se le acercó para darle apoyo moral y una barra de cereal.

-Siento que todo lo malo que pensamos sobre el plan de Ailee eran totalmente ciertos- dijo Jun que caminaba junto a Minghao y WonWoo.
-Creo que incluso nuestras fantasías no eran tan horribles, porque no nos quejábamos de dolor. – dijo Joshua bostezando.
-Habla por ti, yo siempre me imagine algo peor que esto-dijo Woozi cerrando la botella de agua que llevaba. –De la bruja esa siempre se pueden esperar cosas peor que estas...
-¡¡¡Mejor guarden energía para más adelante, aún nos quedan quince kilómetros!!! – grito desde el frente el encargado, que ya se esperaba que alguno cayese desmayado por lo debiluchos que se veían.

* * *

Dylan se levantó con un fuerte dolor de cabeza, sentía como le pesaba la vista y una presión constante en la sien. Como nunca había acostumbrado a salir durante altas horas en la noche, con música a un decibel a la que no estaba acostumbrada, y beber un poco, sentía que ni siquiera un analgésico le ayudaría. Llego a la cocina y tuvo que encargarse de la comida, tras terminar de preparar el almuerzo, ya que era pasado el mediodía, la casera apareció con el cabello enmarañado y una gran cara de zombie.

Dylan se había sorprendido al ver como AiLee se comportó en el club, la chica bebió de forma desmedida, bailo con todos los chicos que se le acercaron, dándole su número telefónico a la mitad. Quien le había seguido los pasos en parte fue Millie, la chica se había pasado toda la noche en el centro de la pista, bailando y coqueteando con los chicos del lugar sin descaro.

Lu Ellen, Nao y ella se habían quedado observando desde la mesa, mientras que Allie se la había pasado entre el baño y la pista, ya que bebió un poco de soju con cerveza y esto le afecto de más.

-¿Qué tal despertaste? – pregunto AiLee notando que la chica acababa de terminar de colocar la mesa para la comida.
-Me duele un poco la cabeza, ya tome analgésicos, espero que pronto deje sentir el zumbido en mis oídos. Unnie, ya prepare el almuerzo, ¿quieres comer?
-Sí, creo que si no como será peor.
-Entonces iré a servir los platos.

La residencia Lee 117 - SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora