TU GANAS

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CAMILA

Seguía procesando toda la información, mis padres en la estación de policía por un supuesto fraude, mi hermana Sofía expulsada de la escuela y como para rematarla un problema con mi beca. Tome mis cosas y trate de pararme, pero escuche el característico tono de llamada de Lauren, si su rostro ya de por si era un semblante molesto al escuchar lo que decían al otro lado del teléfono cambio a uno que nunca había visto, Lauren estaba preocupada y asustada. Guardo su móvil, me miró fijamente, tomo mi mano y salimos de allí sin decir ninguna palabra. Subimos a su auto, puso una de sus manos sobre las mías ya que me encontraba temblando, volvió a mirarme con esa expresión que odio en ella, esa que transmite un "lo siento", ella no hizo nada ¿porque tendría que sentirlo? Supongo que vio mi cara de confusión y conforme pasaban los segundos que parecían horas vi claramente como sus ojos, sus hermosos ojos enrojecieron amenazando con dejar caer lágrimas de ellos. No tenía más que hacer solo abrazarla, darle el abrazo que necesitaba y que yo también necesitaba. Comenzó a conducir, no hacía falta preguntarle a donde nos dirigíamos, era el camino hacia la escuela de Sofía. Al llegar salí corriendo hacia la oficina del director, encontré a Sofía sentada a un lado de la puerta, estaba con la cabeza entre las piernas, me acerque a ella y al sentir que yo estaba allí se abalanzo sobre mi abrazándome.

- ¿Me llevaras a casa? - dijo con su vocecita quebrada ya que estaba llorando.

-Corazón, vamos ¿si?

Le tome la mano para salir de ese lugar, no teníamos tiempo ya que tenía que ir donde mis padres ahora. Vi a Lauren, ella al vernos abrió la puerta trasera del auto para que suba con Sofía. Nos encontrábamos de nuevo en las calles, pasando semáforo tras semáforo, Sofía se había quedado dormida.

-Amor, ¿falta mucho para llegar?

-No, ya estamos llegando.

Estaciono en las puertas de la estación de policía, dejamos a Sofía durmiendo en el auto. Hasta ese momento no sabía que era lo que tenía que hacer, me aferre a uno de los brazos de Lauren porque podría derrumbarme en cualquier momento. No estaba preparada para nada, pero lo que vieron mis ojos al entrar por esa puerta solo me dejo en un completo estado de parálisis, si no fuese porque lo hacemos inconscientemente habría olvidado hasta de como respirar, frente a nosotras se encontraba el señor Jauregui hablando con uno de los oficiales. Lauren se tensó, su mirada se enfocó en su padre mirándolo retadoramente, nos acercamos hasta él y este solo sonrió triunfante.

LAUREN

Sabía que mi padre estaba detrás de todo esto, pero no estaba preparada para enfrentarlo ahora y menos estando con Camila a lado mío.

- ¿Qué fue lo que hiciste?

-Así que tú eres Camila- dijo dirigiéndose a ella mirándola despectivamente.

-Te pregunte algo ¿o es que no me oíste?

-Shh, Lauren cariño ¿acaso no te lo dije?

-Hablemos de esto en casa.

-Como quieras, te espero allá- caminando hacia la puerta.

-Espera... antes, sácalos de aquí.

-No querida, no es así de fácil- sonrió burlándose continuando su camino.

Vi a Camila y podía notar que no entendía absolutamente nada, hice lo único que podía en ese momento, le sonreí de la manera más tranquilizadora y mientras veía detalladamente su rostro jugué mi última carta.

-TU GANAS... ahora, déjalos en paz.

Típico de mi padre, chasqueo los dedos y un oficial que estaba sentado allí mismo se paró y fue corriendo al interior del lugar. A los pocos minutos donde nadie dijo nada salieron los padres de Camila, ella corrió a abrazarlos. Mi padre se acercó a mi oído y dijo "te espero en casa, no hagas ninguna tontería", después solo desapareció.

BECADA EN EL HIGHREGUIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora