Una chica diferente

Clase de tecnología

-Ni de coña-me dijo Wesley.

-¿En serio?-repliqué.

-Si, Krys, lo que me estas haciendo no es justo...

-Que no es justo dice

-Krys, yo te quiero ¿vale?-Me dijo poniendo cara de cachorrito.

-Punto uno: para ti soy Krystal, no Krys. Punto dos: si me quieres ahora,  también me querías antes y no es que lo demostrases con lo que me hiciste. Punto tres: te odio demasiado.

Una lágrima se me escapó del ojo derecho. Me di la vuelta y me fui corriendo a clase de tecnología ya que había sonado el timbre hace cinco minutos. Por lo menos, Diane me podría consolar. Diane es mi mejor amiga, cuando yo me teñí el pelo, ella también se lo tiñió solo para que no me sintiese sola. Su cabeza, con mechas de color rubio platino resaltaba entre la multitud. Aceleré el paso y me puse a su lado.

-Hola-dije con la voz ronca que se queda después de llorar.

-Hola-dijo Diane.

Ella se giró, vio mis ojos rojos y ella abrió mucho los suyos.

-¿Qué te pasa, Krys?-me dijo.

-Wesley-respondí.

-Mierda-susurró-. Que ha pasado ahora con ese hijo de perra.

-Quiere volver.

-Hijo de perra. Te está haciendo daño, ¿verdad?

Asentí.

Me dio un abrazo.

-Bueno, ¿que tal en el despacho del director?-me dijo, cambiando de tema.

-¿Cómo te has enterado?

-Recuerda, las noticias vuelan en este colegio-me dijo.

-Bueno, supongo que bien.

Diane levantó una ceja.

-¿Supones?-me preguntó

-Si, no estaba, estaba su sobrino.

-¿Y qué tal?

-Pues como siempre...

-No, no, no, lo que quiero decir es que cómo estaba el chaval-me cortó-. Cuenta, cuenta.

-Tenía unos ojazos.

-¿Estatura?

-Como 1,80.

-¿Pelo?

-Corto y moreno.

-¿Piel?

-Supongo que normal.

-¿Tenía tableta?

-Diane, emm, no se ha desnudado ni nada...

-Bueno,  alomejor tu le habias quitado la camiseta...

-¡Diane!

Se rió y yo me puse roja

-Krys, cortate, que ya sabemos todos que tienes un calentón de tres pares de narices pero a la gente no le interesa saberlo.

-¡Cállate!-ella se rió.

-Krys, iba de coña eh.

-Ya, ya, pero podías cortarte...

Llegamos a clase y Diane puso cara de traviesa.

-Diane, ¿que vas a hacer?

-El director no viene hasta mañana, ¿no?

-Si... ¿Por?

-¿Te importa mucho que te pongan un parte?

-Por uno más... No. ¿Por qué lo dices?

-Prepárate para volverte loca-me dijo.

Cogió un bote de pintura y lo tiró al suelo. El bote reventó en mis zapatillas.

-¡Hey!-dije.

Cogí un bote y lo tiré al suelo, la "explosión" de color llegó hasta nuestras camisetas.

Entonces llegó el profesor de tecnología, que se quedó con la boca abierta.

-No hace falta que nos diga nada, ya vamos solitas al despacho del director-dijo Diane.