En la piscina

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olví a despertarme en la cama de matrimonio con el brazo de Rick alrededor de mi cintura. De nuevo le aparté el brazo con cuidado. Me toqué la frente, ya no tenía fiebre. Abrí el armario de la habitación y cogí una manta. Salí de la habitación, fui a la sala de estar, me tumbé en el sofá y me eché la manta por encima. Mierda. Se me había olvidado encender la televisión y ahora tenía que levantarme a encenderla. Con un gruñido que harían los señores mayores, me levanté del sofá y encendí la caja tonta. Empecé a hacer zapping. No había nada, repito, absolutamente nada. Normal. Es domingo por la mañana. Entonces me paré en Disney Channel. Si, tengo dieciséis y sigo viendo Disney Channel. Solo en casos extremos como este, pero lo sigo viendo. Había un episodio de Gravity Falls. En el episodio, era verano y el chico de voz de pito (nunca me acuerdo de su nombre) entraba a trabajar a una piscina y Mabel (se pronuncia Meybol) se fija en un niño que siempre está en la piscina. Al final resulta que el niño es un sireno que echa de menos a su familia porque estaba en el mar. Resulta que Mabel se enamora del sireno y se hacen amigos. Le ayuda a llegar al mar y antes de que Sirenardo el sireno volviese al mar le da un beso a Mabel que resulta que es el primer beso para ambos. Mabel le echa de menos cuando se va y se queda deprimida sentada en el borde de la piscina cuando llega un mensaje en una botella a nombre de Mabel (¿por qué os creéis que sé escribir el nombre?). Era de Sirenardo. En el mensaje, agradecía a Mabel todo lo que había hecho por él y que estaba muy contento por volver con su familia y tal y tal. Era una cosa surrealista y un poco absurda pero joder era bonito. Entonces, mi Sirenardo particular entró por la puerta.

-Hey Sirenardo-dije. Él giró la cabeza y miró hacia atrás para ver si me refería a alguien que no fuera él.

-¿Me lo dices a mi?-dijo.

-Sí. Ven aquí-dije dando palmaditas a mi lado en el sofá. Se sentó a mi lado. Puse mis rodillas encima de su regazo y me abracé a su cuello para no caerme hacia atrás-. ¿Sabes si por aquí hay alguna piscina?

-En la casa de al lado pero está cerrada así que te quedas con las ganas-dijo. Intenté imitar la cara traviesa de Diane.

-¿Hay algún punto por donde colarse?-pregunté.

-Por la terraza del patio, ¿por qué lo dices?

-Luego soy yo la que no capta las indirectas-puse los ojos en blanco-. Ponte un bañador y coge una toalla que nos vamos a la piscina.

Corrí a mi habitación, me puse un bikini azul eléctrico con escote en palabra de honor, una bandana azul turquesa, unos leggins negros y mis converse azules. No quería rasparme mis preciosas piernas con la pared eso sí, dejé mi torso solo con el bikini. Me reuní con Rick en el patio.

-¿Por dónde?-pregunté.

-En mitad de las escaleras está el punto más bajo. De ahí bajas al tejado de la casa de al lado y después hay que saltar. Tú primero.

-Voy.

Subí las escaleras lo más rápido que pude. Me puse encima del muro. Aunque fuese el punto más cercano al tejado, todavía había como dos metros de altura. Tragué saliva y salté. Caí como si fuera spiderman: con las rodillas flexionadas y la mano delante de mi frenando el impacto.

-¡Ya puedes saltar!-grité.

Rick ni se lo pensó. Saltó sin pensárselo dos veces y cayó de pie como si fuera un gato. Salté del tejado y no caí en la piscina de milagro. Rick saltó detrás de mi. Quité la lona de la piscina para descubrir un agua muy limpia, se nota que dejan la depuradora encendida.

-Joder como mola-dije.

-Ya ves-admitió.

Vale, ahora el momento erótico del día: a él le tocaba quitarse la camiseta y a mí los pantalones. No le di más importancia y me quité los pantalones del tirón mientras que él se quitó poco a poco la camiseta, todo lo lento que podía ir. Joder que tableta tenía Rick. Si no fuera porque había salido de debajo de la camiseta de un tío me la hubiera comido pensando que era chocolate blanco. Vale, bofetada mental, eso había sonado muy raro. Rompí el silencio tirándome a la piscina.

-Rick tírate, ¡el agua está buenísima!

-Si tu lo dices-se tiró a la piscina sin decoraciones, simplemente hizo como si estuviera andando y de repente se cayese al agua.

-No, no, no señor Matthews-Rick se apellida Matthews-, le voy a tener que suspender en este salto-dije, levantando una mano con cuatro dedos sacados.

-Señorita Evans, se va a tener que tragar sus palabras-dijo saliendo de la piscina. Se puso en el borde y arrugó un poco la nariz, supongo que sería un gesto de concentración. Saltó e hizo una voltereta en el aire antes de caer precisa y verticalmente en el agua. Había hecho un mortal perfecto. No pude hacer más que tragar saliva y abrir mucho los ojos.

-¿Qué dices ahora?-me dijo cuando sacó la cabeza del agua. Levanté mis dos manos con todos los dedos sacados. Se merecía un diez.

-Voy a poner música-saqué mi móvil de los pantalones y sonó locked out of heaven de Bruno Mars. Vale todo normal hasta...

...Cause your sex takes me to paradise, yeah, your sex takes me to paradise...

Vale, mejor cambiaba la canción. Después de esa canción estaba love story, de Tailor Swift. Siguiente. magic, de Coldplay. Siguiente. Después estaban more than friends, rather be, she looks so perfect... ¡Joder! ¡Todas de amor! Hasta que llegué a Boulevard of broken dreams de Green Day no encontré una jodida canción apropiada. La guitarra eléctrica sonó.

-I walk a lonely road, the only that I have ever known, don't know where it goes but it's home to me and I walk alone-empecé mientras tocaba mi guitarra de aire.

-I walk this empty street on the boulevard of broken dreams where yhe city sleeps and I'm the only one and I walk alone-siguió.

-Joder, ¿también te gusta Green Day?-pregunté.

-Ajá-asintió.

-Y, ¿qué canciones no te gustan?-levanté una ceja.

-Las de Aerosmith.

Le pillé. Algo que no le gusta y a mi me encanta. Puse I don't wanna miss a thing de Aerosmith.

-I could stay awake just to hear you breathing, watch you smile while you are sleeping, far away and dreaming I could spend my life in this sweet surrender I could stay lost in this moment forever...-empecé intentando hacerle rabiar.
-Well, every moment spent with you is a moment I treasure I don't wanna close my eyes, I don't wanna fall asleep 'cause I'd miss you, babe and I don't wanna miss a thing-siguió. Se había acercado mucho.

-¿No decías que no te gustaba?-susurré casi en sus labios.

-Mentí-y nuestros labios se unieron, parecía un beso sacado de una película: en la piscina, solos, con una canción preciosa de fondo...




Una chica diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora