UN GOBLIN PARA UNA SOLITARIA PARCA

cap-5 porque todo contigo, es distinto

Perspectiva del goblin.

Realmente aquella inocente parca se veía muy molesta, pero me sentía tan contento de que aun me esperara con si fuese mi mascota fiel, se que entre toda su amargura disfruta más que nadie de mis pecaminosos juegos, el disfrutaba de mi y yo de el; su brusco agarre me a echo caer con fuerza, debo admitir que me a dolido, el insistente siempre de hablar de si mismo se aleja de mi queriendo abandonarme en aquel lugar, rogando porque no jugará con él y su tiempo.

-Pero de que tiempo nos podemos quejar dos seres inmortales?.

Me dije a mi mismo con una sonrisa dibujada en el rostro, es cierto que e echo mal en creer que no me esperaría pero me encanta jugar con él, ahora aun más que me espera fielmente, su piel se notaba aún más pálida de lo habitual, causa del frío nocturno de aquella noche; me levante del suelo sobando con la palma de mi mano a mi trasero; había dolido pero me lo merecía debo admitir .

- Tal vez no te a quedado del todo claro!..
(Musitó acercándose a la parca )

- Yo, no lo e echo  intencionalmente, aunque no creí que me esperaras todo este tiempo, mi cachorro fiel.

Tomo su mentón con una de mis manos y paso mi lengua por la comisura de su labio, notando como este dejaba escapar un corto suspiro acompañado de un rico quejido, quizás yo no le agrade pero mi tacto es más que evidente que hace perder su cordura .

- Solo a pasado algunas horas y ya extraño ese rico sabor tuyo, y se que quieres, que te haga entrar en calor nuevamente!.

*perspectiva de la pequeña parca*

Ese duende ignorante me hacía perder la paciencia, quien se cree al hacer que yo lo esperé por tanto tiempo...
Sostuve una ligera pausa de mi molestia, era allí donde iniciaba el problema.
-Para iniciar porque lo esperaste tanto tiempo?.
Porque sentiste tu corazón estremecer cuando lo viste llegar a lo lejos?..

- me pregunte a mi mismo, iniciando un monólogo eterno-

Escuche a aquel duende salir con un chiste amargo que decía,

-Pero de que tiempo nos podemos quejar dos seres inmortales?. -
Sus palabras me llenaban de furia haciendo que me apareciera lo más cercano a su rostro..
- Y acaso eso te da el derecho de jugar conmigo?.

Aquel duende se me acerca aún más diciendo que si no me había quedado claro que no lo ha echo con mala intención pero que nunca se imaginó que yo estuviese de idiota esperándolo;
Patético no creen?. Pero.. El idiota del  duende tenia razón.. Porque continuaba en su espera? Aún sabiendo que era improbable de que volviera. De pronto escucho que me compara con un perro!..

Cachorro me... Dices?.
(Musite, entre dientes!.. )

Como te atreves a llamarme de esa forma?.

- aunque estaba muy enojado el tenía razón solo un perro fiel se aguantaría toda esta estupidez hasta ver llegar a su amo, y aun así sentir emoción, repentinamente el toma mi mentón atrayendome más a él.
Solo podía  pensar en que el me besaría, en que el lo haría y aunque su tacto era brusco, lo disfrutaba; SI!.. Quizás esto sea muy contradictorio a lo que digo, o tal vez secretamente me gusta el sado, aunque no lo sé y estoy descubriéndolo no pude evitar dejar escapar un quejido de gusto para luego sentir su lengua pasearse con confianza en la comisura de mi labio.

Luego susurra aquellas palabras para mi, sintiendo como una fría velada nocturna se tornaba el cálido más agradable del verano.. Rápidamente reacciono de ese trance cálido y embriagador para permitirme escapar el sus brazos,
Sus palabras *quieres que te haga entrar en calor*
Quedaron grabadas en mi cabeza, permanente, donde parecían multiplicarse y tener eco..

Noooo!...
Grité, para salir huyendo del lugar los colores de mi rostro se enmarcaban cada vez más y más...

Si me quedo.... Yo.... Yo...
( volverías a dejarte llevar?)
Responde mi subconsciente, sarcástico.
Prestos atención a lo que me responde aquella voz en mí.

Acaso me gusta cuando aquel duende me toca?.,

Comento mientras mi mano derecha toca mi hombro izquierdo y mi mirada se inclina a la izquierda.

En ello viene a mí!. Cortas imágenes de nuestro encuentros y de mis gemidos orgasmicos que me hacen avergonzar de mi mismo.

No... Noo...no...noo!
Definitivamente, Noooo!.

No puedo aceptar queme guste un hombre y mucho menos que me guste como el me tocaaaa!

Sin darme cuenta me encontraba frente a un risco gritando aquellas cosas absurdas había dejado muy atrás al duende por mi molestia, no lo noté que para mi mala suerte un colega me había escuchado en todos mis quejidos

Colega de la parca:
Queeee!.. Te gusta los hombres?..