*[PARTE EDITADA]* ✔
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Sus pies no aguantaban más aquel dolor.
Sabía que no debió haber estrenado aquellos zapatos en la fiesta de los señores Wood. Sin embargo, no pudo enfrentar las exigencias de su progenitora y los sermones sobre lo presentable que debía verse una señorita de tan noble cuna frente a la alta sociedad inglesa.
Gracias a Dios, unas horas más tarde sus lamentos fueron escuchados, y de alguna forma u otra, sus padres decidieron volver a casa con la excusa de que se encontraban algo cansados por los continuos bailes que se habían celebrado en aquella velada, ante los cuales a su edad, costaba un poco más seguir el ritmo.
Al llegar a su dormitorio y cambiarse, no tardó ni dos minutos en dejarse caer entre los brazos de Morfeo para disfrutar de un profundo sueño. Quizás el último sueño que tuvo durante largos años...
Cuando se levantó de la cama a la mañana siguiente, aún sentía miles de punzadas por todo el cuerpo. Sin embargo y aunque anhelara quedarse un rato más estirada sobre las sábanas, era consciente de que aquel día tenía una visita importante a la que no podía faltar por orden expresa de su padre y por ello, con un leve bostezo se desperezó y sujetó una pequeña campanilla de plata fina que acostumbraba a dejar colocada sobre su mesa de noche, haciéndola sonar entre sus dedos y originando de este modo un ruido insoportable que retumbó en las paredes de aquella alcoba.
—Buenos días milady —musitó una joven más o menos de su edad mientras entraba a la habitación.
Ataviada con un uniforme azabache, que le quedaba algo largo de cintura, pero disimulaba como podía gracias a un delantal atado fuertemente a su cadera con la ayuda de varios nudos, la doncella la miraba expectante por recibir la primera orden del día.
—Buenos días, ¿podría ayudarme a vestirme? —respondió la dama sin fijarse demasiado en aquella doncella que escondía su larga cabellera oscura bajo una cofia blanca a la que ya se le iban notando los años de desgaste.
La muchacha asintió, y tras hacer una pequeña reverencia, se acercó apresuradamente a uno de los armarios de madera que había dentro de aquel cuarto para elegir las prendas que portaría la señorita.
Mientras tanto y sin que ninguna se percatara, un suceso extraño comenzó a pasar alrededor. Las agujas del reloj comenzaron a perder el control, la cabeza de la hija de aquellos duques, que aún portaba su camisón, comenzó a doler y las imágenes que la rodeaban se paralizaron.
Su mundo parecía dar vueltas, no entendía nada y el pulso le iba a mil. Pero cuando se sintió preparada para pedir auxilio, su vista se nubló, el peso de su cuerpo se desplomó y a continuación, todo se volvió negro.
Tras varias horas dormida, despertó en un lugar desconocido para ella. Aquella no era su habitación. No obstante, allí había una cama, o más bien, una litera.
¿Dónde estaba y cómo volvería a su hogar?
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Atrapada en el siglo XXI *[EDITANDO]*
Historische RomaneCassandra nunca creyó llegar a parar a otra época como por arte de magia. Sus planes solamente se basaban en buscar un marido antes de que la temporada se acabara, para así tener un futuro asegurado con un esposo al que acompañar y unos hijos que cu...