Capítulo 34. La bolera

807 49 24
                                    

Tessa y yo habíamos quedado por cuenta propia una hora antes, en un parque cercano a la bolera, para charlar un rato, aprovechando que la lluvia había comenzado a amainar. 

—No me lo puedo creer —declaró Tessa tras escucharme hablar de cómo Alec había llamado arrogante y patético a Chase, después de retarse entre ellos—. Sí que deben odiarse, pero... Estarás contenta, ¿no?

— ¿Yo? —pregunté algo confusa, sin entender a qué se refería—. ¿Por qué?

— ¿Es que no lo ves? ¡Tienes a dos chicos rivalizando mutuamente por ti! —exclamó ilusionada—. Esto es digno de una serie de telenovela de esas que ve mi abuela.

Al escucharle nombrar la palabra telenovela, no supe qué quería decir en concreto. Pero lo que sí tenía claro es que ningún chico había estado compitiendo por mí con el otro aquella mañana. Es decir... acababa de conocer a Chase, y Alec tenía un carácter de lo más peculiar, aunque sí era cierto que me había besado más de una vez. Pero eso, a pesar de que en mi época hubiera supuesto todo lo contrario, no había significado nada, ¿verdad? Tan solo éramos amigos, o primos, a ojos de Brenda y Dereck, y eso no cambiaría. Sin embargo, no podía negar que varias mariposas habían revoloteado por mi estómago en aquellas pocas ocasiones que sus labios se habían juntado con los míos.  

Además, yo no pertenecía a aquella época realmente, y quién sabía si en algún momento volvería a aparecer en medio de mi vieja habitación, junto a mi doncella, como si nada hubiera sucedido.

—Creo que estás desvariando un poco Tessa —objeté, divertida.

—Yo no lo creo —replicó ella—. Pero bueno, ya me dedicaré a comprobarlo con mis propios ojos esta tarde, en persona.



Los chicos habían llegado. Todos traían puesta ropa de deporte y una sonrisa de entusiasmo en sus rostros menos Alec, el cual se mostraba un poco tenso. 

Unos minutos más tarde, apareció Chase, con esos aires de chico malo que siempre parecía portar y aquella sonrisa pícara que no dudó en dedicarme. Provocando que me hiciera sentir un poco incómoda, Tessa riera con disimulo a mi lado y Alec, enfrente, rodara los ojos una vez más.

—No me habías contado lo guapo que era —susurró mi amiga un rato después, cuando todos nos disponíamos a adquirir los zapatos de nuestra talla correspondiente—. Pero recuerda que tienes pareja.

— ¡Alec no es mi novio! —murmuré por lo bajo, haciendo que de repente Blake, que se encontraba justo delante de nosotras se girara, con una expresión confundida hacia nuestra dirección, ocasionando que ambas nos calláramos al instante.

Un segundo después frunció el ceño y negó para sí mismo, dando un paso al frente y obteniendo los zapatos que la dependienta le estaba por dar.

—Qué incómodo —murmuró Tessa, mirando de reojo a Blake, que ya estaba bajando hacia la pista, algo desconcertado.

Yo suspiré por lo bajo, intentando guardar la calma y cogí el calzado que me ofrecía la mujer de la bolera, para luego acercarme al resto del grupo, que se estaba preparando para empezar a jugar.

—Somos impares —vociferó Chase con regocijo—. Podemos ir con ventaja o que alguien se quede durante este turno sin jugar. Esta es tu oportunidad para rajarte Alec, no querrás hacer el ridículo, ¿no?

—En tus sueños, Chase Myers —rebatió este con cara de pocos amigos.

Tessa, que estaba disfrutando más de sus peleas que de la tarde de juegos en sí, se metió de por medio para mi sorpresa.

—Si quieren no jugaré esta partida —avisó con un tono de voz tranquilo—. No lo había pensado, pero aunque el brazo malo no sea el que uso para lanzar la bola, me vendrá bien el reposo.

Chase gruñó y Alec sonrió. Finalmente, todos asintieron y nos repartimos por equipos. Alec, Logan y Matt, por un lado, mientras que Chase, Blake y yo, por otro. 

Las miradas de desprecio que se proferían mi compañero de habitación y su archienemigo, no me pasaron inadvertidas. No obstante, traté de centrarme en la partida.



Media hora después, nuestro equipo poseía casi el doble de puntuación que el de Alec. Y no es que este jugara mal a mi parecer, pues había realizado algún que otro pleno. Pero sus dos compañeros, no eran tan buenos como él.

En mi grupo, Chase jugaba igual de bien que Alec o Blake, que también había realizado una buena tanda de plenos. Mientras que yo por mi parte, había llegado a la conclusión de que aquel deporte se me daba fatal.

Ya los invitaría yo un día a una carrera de caballos.

Sin embargo, a mis dos compinches no les había importado demasiado e incluso habían tratado de ayudarme a mejorar mis técnicas de tiro.

— ¿Has visto Alec? —se burló Chase con una expresión de superioridad—. Supéralo, o mejor dicho... ríndete para que no te eches más tarde a llorar.

Tanto este como sus dos amigos, pusieron los ojos en blanco. Hartos por su actitud. 

Se suponía que aquella iba a ser una tarde divertida entre amigos, pero con la actitud de aquel chico, todo se estaba yendo al traste. Incluso a Blake, que se encontraba en el mismo equipo, su conducta le había comenzado a desagradar. 

No hacía falta ser adivino para darse cuenta.

Esperando a que fuera mi turno otra vez, me acerqué a Tessa. Que parecía estar entretenida observando todo aquel panorama.

— ¿Estás aburrida? —pregunté tomando asiento a su lado—. Ya pronto se acabará la partida. Es obvio que vamos a ganar. Mi equipo juega bien.

— ¿Aburrida? —inquirió ella en respuesta—. ¡Esto es mejor que Netflix! ¿Has visto cómo mira Alec a Chase cada vez que te ayuda a lanzar? 

—Tessa, con esa imaginación que tienes podrías escribir un libro —bromeé.

—Tú continúa ignorando lo que sucede alrededor, amiga... Pero yo sé lo que veo —afirmó encogiéndose de hombros, para luego cambiar de tema—. ¿Y qué me dices de Blake, no te ha hecho gracia su reacción? El pobre se quedó como medio traumatizado.

—Seguramente pensó que escuchó mal —supuse, recordando aquel momento—. Ya viste que negó con la cabeza y se fue.

—Yo lo único que sé es que esta tarde me la he pasado geni...

— ¡Victoria! —interrumpió Chase, gritando en dirección a Alec, chocando puños con Blake y posteriormente corriendo hacia nosotras para abrazarme—. Hemos ganado.


***

Supongo que esta actualización les habrá tomado a muchos por sorpresa. 

Me gustaría pedir perdón por no haber publicado durante todo este tiempo... Sé que muchos lo han pedido un montón de veces y que ansiaban saber qué sucedería en este capítulo y los siguientes. Saber qué ocurriría entre Cassandra y Alec, este y su madre, conocer un poco más acerca del pasado de Cassie... Pero entre poco tiempo y un bloqueo, la inspiración para escribir, no surgía. Ojalá lo puedan comprender y una vez más, vuelvo a pedir disculpas.

Por otro lado, espero que se encuentren muy bien, que hayan disfrutado del capítulo y muchos besos <3













Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 07, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Atrapada en el siglo XXI *[EDITANDO]*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora