Salgo disparado a la calle y la sigo, ésta zona del pueblo, es un tanto peligrosa. Y ella dejó su puerta abierta de par en par. Algo completamente desesperante para mí, y más por el hecho de que no puedo cerrarla, pues ya lo intenté. La traspasé...
La ubico fácil, está de pie en una especie de puente, recuerdo que papá nos traía aquí cuando niños. A mis hermanos y a mí. En vista de que la estación de trenes que está debajo del puente es de nuestra familia...
Me acerco poco a poco hasta ella, como si fuera a emitir algún tipo de ruido. Cosa imposible, ni ella, ni nadie pueden escucharme.
Me coloco a su lado. Está de pie. Con los brazos extendidos, recibiendo el aire de la noche. Es preciosa. Y, a pesar del frío, tiene las mejillas rosadas. Hay algo en ella que se me hace familiar. Sin embargo, no logro descifrar qué es. Aunque, éste es un pueblo pequeño, quizás nos vimos en alguna fiesta. En la Universidad. En el mercado...
Pero algo me hace cambiar rápido mis pensamientos, y no es más que el hecho de que la chica rosa se está traspasando del barandal...
Ella quiere suicidarse.
—¡OYE NO!, NO LO HAGAS...
Nada.
Sigue ahí, de pie.
Con los ojos cerrados y sujetada, sin fuerza de la baranda.
Veo como empieza a retirar las manos del oxidado metal...
Me acerco más hasta ella, tengo que hacer algo. Coloco mis labios cerca de su oído, si pudiera sentir, diría que estoy nervioso...
—¡ALÉJATE DE AQUÍ! ¡VUELVE A CASA!—grito lo más alto que puedo, y para mí sorpresa, ella me escuchó...
Abre los ojos de golpe, ve hacia todas las direcciones, pero por razones obvias no se encuentra a nadie. Sin embargo, yo estoy a pocos milímetros de distancia con ella. De tener sentido del olfato pudiera apreciar perfectamente su aroma, que algo me dice que huele a manzana y canela. Pasa la mirada sobre mí, claro que sin notarme, niega con la cabeza y retoma su tarea.
Veo que respira profundo. Eso significa que lo volverá a intentar, se va a dejar caer, debo impedirlo, siento angustia pero, tengo que hacer algo:
—¡HEY! ESPERA... NO SALTES.
Y en ésta oportunidad, sí me escuchó perfecto...
Está crispada del miedo, tanto así que se ha trasladado de barandal, cayendo de pie en el asfalto. No sé sí reír, o qué...
¡Me escuchó!
Pasa su vista a todos lados, y sigue sin verme...
El ambiente es tétrico. La calle está sola y sumida en la penumbra.
Niega con la cabeza, estoy seguro de que aún no se lo cree. Y la entiendo, yo tampoco puedo creerlo. ¡Me escuchó!
La chica rosa decidió volver a su casa, queda a escasos pasos del puente. Ventaja para ella ahorita. Desventaja si decide volver a intentarlo...
Corrí para entrar a la casa antes de que cerrara la puerta. El resto de la madrugada no fue interesante, de hecho, me armé de valor y subí hasta su habitación. Por fortuna duerme con la puerta abierta. Indagué entre sus cosas, tiene un álbum abierto con fotos de ella y de su madre, estaba pequeña en la mayoría. Hay un niño también, parecido a ella. Debe ser su hermano.
↕↕↕
Amaneció, no sé en qué momento me quedé dormido en el suelo. De hecho, no sabía que podía dormir.
¿Los fantasmas duermen?
¿Soy un fantasma?
No es momento de pensar en tonterías, la chica rosa se está moviendo... Despertó. No luce tan mal, si tomamos en cuenta que he visto peores formas de levantarse en las mujeres, y han sido por resaca y eso. Ella tiene un pase libre para despertar como quiera, en vista de lo de su madre.
Se fue a duchar. Observo el reloj en su mesita de noche, y son pasadas las 2pm. Al menos estoy tranquilo porque descansó. Ayer estaba tan mal, bueno ésta madrugada, suicidarse era su opción... Menos mal no puede verme, porque hablar con ella de eso, habría sido incómodo.
Sale de la ducha vestida, y muy linda. Aplicó maquillaje en su rostro, pero no mucho, y peinó su cabello en una cola de caballo hermosa. Ella es hermosa, blanca como la nieve. Y me sigue pareciendo conocida, de algún lado...
Toma su celular de una gaveta y comienzan a llegar mensajes. Se detiene a leer los de alguien en particular, en la pantalla figura:
Jackson💖
Debe ser su novio. Pero, están peleados o algo así, ya que ella no le responde desde hace mucho. Decide irse, creo que va tarde al cementerio. Debería irme con ella. Aunque no queda muy lejos de aquí, no me apetece salir y caminar solo. La sigo, pero me quedo de pie en la parte de arriba de las escaleras observándola. Claro que la he visto, por supuesto que la conozco...
Sigue igual de hermosa. Se detiene al abrir la puerta y da vuelta hasta mi. Creo que me está viendo, o eso da a entender por unos cuántos minutos, luego niega con la cabeza y cierra de un portazo...
ESTÁS LEYENDO
No saltes, yo te amo💖
Storie d'amoreNo saltes... ¡Yo te amo! Angélica Stanley. Sam Yivcoff. Dos personajes que tienen poco en común, pero la vida se encarga en hacer que se encuentren... ¿Más allá de la muerte? Sam cree que su misión, luego de...