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Pues, Angélica tiene un gran dolor en su corazón. Ese Jackson le hizo algo malo, no solo algo, varias cosas malas. Y ella, por lo que entiendo, siempre estuvo ahí para él. A pesar de todo. Yo, con Nashell hice lo mismo.

Estoy sentado en el sofá cama con ellos, por supuesto que no se han dado cuenta de mi presencia. Y tampoco quisiera que me notaran. Angélica enloquecerá si me sigue viendo. Me sentí un poco feliz al saber que ella me podía ver, a través de ese espejo, pero al ver su reacción... Gritaba como loca.

Me recordó aquella vez en clase de educación física, cuando Camila Regalado le acercó el ratón que se encontró cerca de la cancha de fútbol. Ella gritaba como loca, y corría en direcciones dispares. ¡Pobre!

Esbozo una sonrisa. Ojalá pudiera volver a hablar con Angélica, como antes, en la secundaria.

Flashback:

-Bien, entonces, se acabó todo...—anuncia Angélica.

Estamos sentados en las escaleras de la secundaria. Llevamos aquí más de dos horas. Intentamos resolver la cantidad innumerable de problemas que tenemos, pero no se puede.

-Nos estamos lastimando... Además, ¿quién dijo que yo te gusto?, nosotros no nos gustamos.

Trago saliva.

A mí ella me gusta, me encanta. Me fascina.

Respiro profundo.

-No deberías generalizar-. Suena su celular.

-Es papá, está afuera—. Me informa. Ya se irá. Y no la volveré a ver, en mucho tiempo.

Es el último día de clases y estoy seguro de que sino resuelvo esto con ella ahora, más nunca podremos hacerlo.

-¡Angélica! ¡Me sigues gustando!

Ella se levanta de las escaleras, sacude el pantalón del uniforme. Y se gira hasta mi:

-¡Lo siento, Sam! Debo irme.


Fin del flashback.

Esa misma mirada. Esa tristeza que baña su alma justo ahora, es la que usó conmigo ese día. Y la está expresando mientras observa a Jackson.

Angélica, fue mi primer amor. En la secundaria. No duramos nada, pero es como si hubiéramos pasado toda una vida juntos, no la pude olvidar. Y ahora que lo pienso, creo que por eso es que debo estar pegado a ella todo el día. Tal vez, es esa mi misión, cuidar de ella como no pude hacerlo en aquel tiempo. Tal vez dejé eso pendiente en la otra vida y por ello debo protegerla ahora.

Papá siempre ha sido un importante hombre de negocios, y en aquel tiempo, me había prohibido estar con alguien que me fuera a distraer de las metas que él tenía previstas para mí. Así que, comenzaron las peleas, jóvenes al fin. Nunca teníamos tiempo para vernos, aunque estudiarámos en la misma escuela.

Y esa última semana, la de exámenes finales, fue de infarto. En vista de que papá me estaba presionando porque debía obtener la mejor nota en el examen de admisión para la universidad. Aunque aún no era tiempo de yo ir a la universidad, apenas estaba en primer año de secundaria, papá quería que me adelantará a todo. Cómo mi hermana mayor. Soy el mayor de los hombres, pero ella es la mayor de todos.

Por eso me tuve que alejar de muchas cosas que hacían adolescentes comunes, y debido a ello, comenzaron esas peleas con mi novia. Bueno, quién fue mi novia en aquel tiempo. No la había recordado muy bien, hasta que ví ese álbum en su casa. Angélica.

De hecho pensaba que ella se había mudado de la ciudad. Jamás la volví a ver. Ni a su mamá. Me enteré que su papá había abierto una cafetería, pero no me atreví a visitar. Por temor a encontrarme con ella.

Ahora que estoy sin vida, me arrepiento mil veces por no haber ido. Visitarla en la cafetería tal vez hubiera ayudado de algo.

Observo a Jackson y está dormido, ella también. Al parecer si lo lograron. Por mi parte no tengo sueño. De hecho no siento nada. Me dedico a observarla a ella. Sus blancas y a la vez rosadas mejillas.

Su largo y negro cabello. Esas pestañas largas que me enloquecen.

De no ser porque estoy muerto ahorita mismo le estampo un beso...

¿Quién dice que no puedo?

Acerco mis labios a los suyos y...

No saltes, yo te amo💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora