Devil's Gift

Capítulo 11

Fue una noche llena de equivocadas decisiones, una noche que Jaehyo no olvidaría pero no por una buena razón así como cuando confesó sus sentimientos a Ji Ho o como cuando estuvieron juntos la primera vez. Pero no podía culpar a nadie más que a sí mismo, la directora pudo haberlo inducido, atrapado como una araña a una mosca pero esa mosca no luchó, se rindió y lo peor de todo fue que le gustó, aunque eso sólo fue por el calor del momento. Al llegar a un alto grado de excitación, se manda todo al diablo y se aprovecha cada segundo pero al esfumarse la magia, viene el arrepentimiento. Jaehyo no tuvo tiempo de caer en eso ya que al acabar estaba exhausto y se fue directo a dormir pero cuando abrió los ojos por la mañana, el recuerdo de lo que hizo lo golpeó sin piedad. Quería creer que estaba en su cuarto y todo había sido un húmedo sueño pero estaba en la cama de la directora, desnudo tan sólo con su ropa interior puesta y la esencia de la mujer pegada a su cuerpo y sus labios. Recordaba todo a detalle y se sentía tan avergonzado que deseaba saltar por la ventana y darse un golpe tan fuerte en la cabeza que perdiera la memoria.

Se sentó con sus piernas flexionadas y golpeaba repetidamente su frente contra sus rodillas mientras en silencio se lamentaba; se detuvo y levantó la mirada al escuchar la puerta abrirse y vio entrar a la directora Lee que traía su ropa que se quedó en la sala cuando comenzaron en el sofá. Tuvo ganas de reclamarle pero se contuvo porque él también era responsable de lo que pasó.

-Quita esa cara, tampoco se acabó el mundo- dijo la mujer al ver las ganas de llorar que Jaehyo tenía. Se sentó a su lado y sonrió buscando que no se preocupara tanto - Lo que hiciste no fue un pecado, sólo fue sexo sin ningún sentimiento de por medio. Tómalo como un experimento y si no te gustó, no te obligaré a que suceda de nuevo. Aunque a mí sí me encantó - sonrió recordando con satisfacción el momento que pasaron juntos.

-Quizás para usted no sea nada pero a mí sí me importa. Estoy con Ji Ho y acabo de serle infiel. Eso es horrible.

-Ustedes ni siquiera son oficialmente novios ¿No es lo que dices? Y si crees que le pueda molestar a Ji Ho, lo cual dudo, no le digas nada. Ahora, vístete y ven a desayunar- dejó la ropa sobre el regazo de Jaehyo y le despeinó el cabello antes de salir.

Jaehyo se vistió pero no quería quedarse a desayunar aunque la directora se haya esmerado cocinando y ella no lo retuvo. Cuando salía de la casa con la vergüenza a cuestas, se sorprendió por ver llegar a Min Hyuk y éste igualmente quedó desconcertado de que Jaehyo estuviera saliendo de la vivienda de la directora Lee a esa hora de la mañana.

-¿Qué rayos haces aquí?- preguntó Min Hyuk en un tono acusador.

-Yo...- tragó grueso-...Yo vine a cenar anoche con la directora y unos amigos de ella pero se hizo tarde y dejó que me quedara, por seguridad...¿Y tú porqué estás aquí?- preguntó antes de que Min Hyuk lo interrogara más pues no sabía si lo había convencido con su mentira.

-Yo sólo vine a buscar algo...- hizo una pausa-...Un cheque, la directora me dijo que viniera a buscarlo hoy.

-¿Aquí, a su casa? ¿Qué no te lo puede dar en la oficina mañana?

-¿Qué se yo? No es de tu incumbencia- siguió su camino a la casa y Jaehyo también continuó el suyo hacia la parada de autobús.

En el transcurso del día, Jaehyo meditó sobre sus acciones, estaba consciente que metió la pata y se comportó como alguien que no es pero creyó que tal vez estaba haciendo demasiado drama. Sólo fue una noche de loca pasión fugaz que no se volvería a repetir y no es como si fuese la primera persona que lo hace; si Ji Ho no se enteraba, todo estaría bien, él por su parte lo ignoraría hasta el punto de que no se sintiera culpable al mentirle a Ji Ho en la cara. Esa página de su libro de vida la arrancaría y rompería en pedazos para hacer como si nada pasó y continuaría escribiendo desde ese nuevo día, aunque no hubo mucho que escribir ya que se quedó todo el día en el departamento mirando televisión y Ji Ho en ningún momento lo llamó para salir; él tampoco lo contactó porque aún no estaba listo de enfrentarlo.