OCHO

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Aquí les dejo al hueón del Nico.

**********

Papi, papi, papi deja de fumar, por qué cuándo seas grande un cáncer te va a dar.
Mejor sacate uno weno y uno weno huacho. Uno de aquellos, uno pa gozar...

Daniela culiá, apúrate. Quiero cagar.—gritó de tras de la puerta del baño mi vieja.

—Acabo de meterme a la ducha po. No hueí.

Me puse denuevo a cantar.

Tocando una cumbia, cumbia pa gozar...

Apúrate.—tocó la puerta más fuerte qué la perra y del susto me caí de hocico.

—¡Puta la hueá, de nuevo!.—me levanté cómo si nada y seguí en lo mío. Me pasé la presto barba de mi papá por las piernas y salieron los medios cañones.—Qué estoy peluda, hueón.

Después de sacarme todos los cañones, salí de la ducha y me fuí a mi pieza a ponerme rica. Aunque siempre estoy rica ¡aaah!. Ya lista le escribí por wasáp al Nacho diciendole qué ya estaba lista.

Ahora sólo me toca pedír permiso ¡Ups! Siempre hago la misma hueá. Fuí donde mis papás y lo intenté. Ésta vez fué más facil qué me dejaran.

—¡Daniela, te buscan!.—me gritó  mi papá.

—Calmao, ya bajo.

Salí entera digna de mi casa y ví al medio mino en mi puerta. Obvio el Nacho po.

—Wena.—dije normal, pero por dentro estoy entera caliente.

El Nacho hace qué se pare el pezón y de pasá el clítoris.

—Wena.—respondió de la misma forma y me dió un cuneteao.

Conchatumare, mi coneja.
¿por qué mejor no me lo daí en el hocico, papu?

Saqué una cajetilla de puchos *ésta vez si tengo cigarros, hueón. Tampoco tan machetera*

¿Querí un cigarro?—le ofrecí un pucho y el asintió.

Pasamos todo el camino huebiando y hablando de hueás tontas. Le pregunté mi duda sobre ¿de qué color es la pichula de los gatos?. Tema súper importante. Lo qué él respondió con un ¿qué hueá tu pregunta?

¿es qué nadie entiende mi duda culiá? Me los meo a los cochinos culiaos, mejor búsco por google.

Llegamos a la casa de la Cami y saludé a todos los culiaos que conocía. Cuándo saludé al Nico, le hiso el sendo desprecio al Nacho. Me daba lata igual la hueá. El Nico no se merecía qué yo no lo quisiera, él es el medio mino.

—Dani, ¿podemo hablar?.—me preguntó el Nico con cara de poto.

Yo asentí y nos fuímos a un lugar más piola, por que la música estaba más fuerte qué la cresta y así nica se puede conversar po.

—¿Por qué él y no yo?.—tenía los ojos terrible llorosos.

No hueí po ¿se va a poner a llorar?
No me gustaría verlo llorar, el se merece una mina qué lo quiera de verdá.

—Nico, me hubiera encantao' qué me gustaraí vo y no él. Pero es inevitable, me gustá él Nacho y no puedo hacer nada po. Cuándo se trata del cora, una no puede hacer ni una hueá.—conchatumare, denme el premio de cursileria.

—¿Sabís qué?. Ándate a la conchatumare, Daniela.—Txaa...¿y ahora qué cagá me mandé?.—Erí la mina qué má me ha hecho mal.

Sin más, él culiao se fué dejandome tirá. Puta el culiao sensible, qué me la chupe bien chupá mejor será.

Entre a la casa nuevamente y me puse a bailar sus wenas cumbias. Un carrete sin cumbias, no es carrete. Me la pasé toda la noche bailando, tomando y fumando. En algunos momentos salía para afuera a conversar de la laif. Cuándo estaba a punto de irme apareció el Nico raja curao.

—Dani, ámame.—se tiró encima de mi.

—Salé pa allá, feo culiao.

El hueón estaba pasao a copete, volao y caliente.

—¡DANIIII TE AMOOOOO!.—gritó y todos los hueones del carrete se voltearon a mirar.—¡YO TE ELEGÍ A TIIIII!.

—Hueón cortala. Estaí haciendo el medio show.—khá vargüanza.

—¡DIMELO BONITOOOOO!.—oh el conchatumare cargante.—¡YO...—le tape la boca, para qué dejara de gritar. Mañana se va a arrepentir el conchatumare.

Le pasé un brazo por el hombro e intente sacarlo para afuera, pero fallé. El culiao se sacó la conchatumare. Cuándo lo intenté levantar, se puso a vomitar.

—Ya va a pasar.—le sobé la espalda.

—Dani, yo te...—callate conchatumare, le pegué un guate y el hueón se cayó en su vomito.

—Oooh hueón, sorry.—me tapé la boca para no cagarme de la risa.—Ya, mejor vamo'.

El Nacho me intentó ayudar a llevarlo, pero el Nico culiao comenzó a hacer el medio show, así qué el Fabi me ayudó.

Si tú supieras cuanto yo a ti te amo, y estar contigo es lo qué me hace máááás feliz...—El Nico tenía la cagá en la calle con la canción culiá de Makano. Cada vez qué lo callábamos, él conchatumare cantaba más
fuerte.—¡Daniii, dame la pasá!.—no lo pesqué.

Lo dejamos en su casa y después el Fabi me fué a dejar a mi casa. Me tiré en la cama más cansá que la chucha y me quedé Z de una.



¿Tení cigarro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora