Capitulo 5

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Una voz grito con una desesperación al borde de la locura, abrí los ojos y vi a stella llorando alado de su padre. ¿Cuanto tiempo habrá pasado desde ese extraño sueño? Observe el cielo y me di cuenta que ya estaba amaneciendo, por lo tanto estuve como 6 horas dormido. Cuando me levante, contemple toda la destrucción a mi alrededor; habían cadaveres en todo el suelo, humo por doquier y nuestros arboles convertidos en carbón. La gente corría de un lado a otro en busca de sus familiares, mientras que otros solamente lloraban por la muerte de un ser querido.

-bill.... ¿eres tú? -escuche una voz que estaba atrás de mi, era mi hermana.

-¿qué haces aquí? Deberías estar en la casa con nuestros padres.. -le dije mientras la abrazaba con todas mis fuerzas.

-fueron a rezarle al árbol sagrado, muchos dicen que es el Apocalipsis. -se rió a carcajadas por lo ridículo que sonaba.

-ahora si pasaron todos los límites..... vamos salgamos de aquí. -le tome la mano y nos dirigimos a nuestro hogar.

Caminamos sin parar hasta que nos cruzamos con unos carteles que decían: "el fin se acerca" "no tendremos escapatoria" "los humanos son nuestra salvación" y muchos otros títulos de cierta ignorancia. No quería que mi hermana se preocupara, por lo tanto fuimos a la plaza central para descansar un rato. A unos metros más adelante, había una muchedumbre que le reclamaba a los gobernantes por no recibir respuestas de aquel ataque.

-¿que es lo qué pasó? -le gritaba una voz ronca.

-¿habrán más ataques como estos? -sollozaba una mujer de unos 80 años.

-¡todos cálmense! Hasta el momento no sabemos con precisión lo qué pasó, pero tarde o temprano tendremos las respuestas. Cuando caiga la tarde, queremos que se encierren en sus casas y no salgan bajo ninguna circunstancia. Si se trata de una amenaza exterior, tendremos que recurrir a la violencia.  -dijo el presidente del congreso, era un hombre canoso y muy viejo, Pero bastante sabio en el ámbito de dirigir nuestra ciudad. es el líder, por lo tanto todos deben obedecerlo.

El ambiente se lleno de un silencio sofocador, el hombre hundido por la vejez, se bajó del escenario con una tos desagradable. Después de unos minutos, la plaza central se encontraba completamente vacía. Cuando observé a mi hermana, esta se encontraba dibujando sobre la arena, estaba sumamente concentrada en su trabajo. No quería interrumpirla, pero cuando vi su dibujo, me quedé boquiabierto.

-¿que estás dibujando hermana? -pregunté curiosamente.

-algo que soñé en la noche... es una mujer con su bebé. -después de eso empezó a dibujar una persona enojada.

-si mejor nos vamos, está empezando a hacer frío- no quería seguir viendo aquel dibujo, es imposible que haya soñado lo mismo que yo. ¿Que esta pasando?

-ella estaba sufriendo, pero unas personas muy altas le inyectaron algo. No se quiénes eran.... -su voz sonaba muy cotidiana, como si de algo normal se hablará.

-debió haber sido solamente una pesadilla -intente sacarla de la arena, pero no se quería ir. Quería seguir dibujando hasta completar la escena.

-creo que ya se quienes son.... son los humanos, ellos le hicieron eso. -afirmó mientras me tomaba la mano.

El trayecto a nuestro hogar fue muy incómodo, todavía estoy en busca de respuestas, pero solo el tiempo me ayudara a encontrarlas.

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