Desperté en un suelo bastante frío, sentía una incomodidad al percatarme que una luz me cegaba la vista. Me di cuenta que no era una luz natural, como lo era el fuego o las estrellas, mas bien, era una luz artificial, como una ampolleta que alumbraba una habitación estructurada. Me levante con el cuerpo adormecido, no tenía mucha energía, pero bastaba para poder asimilar la habitación de cuatro paredes. Habían máquinas y computadoras por todas partes, me provocaba una curiosidad inmensa, pero sabia que en las visiones no podía hacer nada mas que observar. Una puerta rechinó con un sonido desgastado, produciendo que cinco personas entraran a la habitación.
-¡lo estamos logrando! -dijo uno de ellos, tenia una bata de médico y unos lentes voluminosos.
-no te demores frank, los militares del gobierno nos pueden encontrar fácilmente. No quiero morir sin haber aportado algo a la sociedad...-titubeo el que se encontraba haciendo guardia en la puerta.
-con el simple hecho de estar en contra del proyecto "artirus" te convierte en mejor persona, no necesitamos demostrarle a la sociedad algo erróneo. Debemos mostrárselo a ellos, a los artirusenses. -contestó Frank, con una paciencia gigantesca.
-¿es posible que ellos logren ser advertidos antes de ser colonizados por nosotros? -preguntó una de las pocas enfermeras que habían en la habitación.
-se supone que las visiones llegarían un poco antes de la invasión, pero la droga haría efecto a los artirusenses que no creen que somos dioses. No sabremos que pasara, si funcionara o no, porque nosotros estaremos en el planeta tierra. Pero mis científicos están preparando algo gigantesco, estamos viendo la forma de poder comunicarnos telepáticamente con ellos... imagínense, cuantas vidas salvaríamos. -sus ojos se le brillaron con solo imaginar esa posibilidad.
-todavía quedan 20 años para que se ponga en marcha el proyecto "artirus", debemos ser cautelosos y no generar tantos revuelos. Acuérdense que 20 años aquí, son 2000 años en esa galaxia y para ese entonces ya tendrán la inteligencia para pensar como nosotros. -dijo un chico de tez oscura.
-eso es lo interesante, ya que los humanos tienden a cuestionarse la existencia de dios, por lo tanto, los artirusenses se cuestionaran lo mismo, pero con nosotros. Todo encaja y es imposible a que todos se guíen con la religión, si tarde o temprano, tendrán las mismas características que nosotros. -exclamó frank, entusiasmado por el trabajo que habían logrado.
-tienen que entender que somos unos monstruos. -dijo la enfermera avergonzada por su especie.
-no metas a todos en un saco, no todos pensamos en dinero y poder. Nosotros estamos pensando en la supervivencia de ellos, así que no digas que todos los humanos son malvados. -alzó la voz elevadamente.
-tienes razón pero... -unos disparos detuvieron la conversación.
-¡mierda nos están atacando! -gritó frank, mientras guardaba todos los archivos en un escondite secreto.
Uno a uno empezaron a agarrar armas y a salir de la habitación, estaban poniendo sus vidas en riesgo y solamente por nuestra supervivencia, al parecer, no todos son los malos de la historia.
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Creencia artificial
Science-FictionNunca pensé que los humanos regresarían a mi planeta... cuando era pequeño, mis padres me dijeron que ellos eran nuestros dioses y que nos habían creado a partir de su ADN. yo nunca confié en ese mito, pero mi sociedad tendía a creer esas fantasías...