El ambiente se lleno de un silencio perturbador, podía escuchar como las explosiones dejaban de producirse, haciendo que los gritos se convirtieran en sollozos apretados. se podría decir que ya no quedaban más bombas y que ya no había mas destrucción, pero mi mente me jugaba una mala pasada y sabia que todo estaba recién empezando. Me saque la suciedad de la cabeza con ambas manos y me preocupe de que los escombros no se derrumbaran a mi alrededor. Con dificultad, me volví a levantar, sabiendo que no se me haría fácil mirar a toda la multitud agonizante. Trataba de caminar con la cabeza agachada y con la vista en el suelo, pero la curiosidad era mucho más fuerte, incluso, sentía esa necesidad de mirar cada detalle de los cuerpos convertidos en cenizas. Tenia arcadas, pero el olor no era de muerte, mas bien, era un olor carbonizado y dulce a la vez.
Habían muchos sobrevivientes, lo que me pareció muy raro, como si el verdadero propósito de las explosiones era que generarán la mayor cantidad de vidas. Posaba mis ojos por todos lados, quería ver a mi hermana en alguna parte o algún indicio de que estaba bien. Tenia esa rara sensación de que algo malo le había pasado, estaba esperando el momento de verla y sentir que estaba con vida. Respiré hondo y llene de oxígeno mis pulmones, (aunque sabía muy bien que no estaba aspirando aire limpio) con una rapidez envidiable, seguí en búsqueda de mi hermana por todo el sector, algunas veces me confundía y me retrasaba al ver una enorme cantidad de heridos. Cuando estaba por rendirme, escuche una voz familiar que se encontraba a mis espaldas.
-¡hermano! -gritaba emocionada mientras me abrazaba.
-estamos bien... ya se acabo. -le dije con la voz sumergida en el cansancio y la felicidad.
Hubiéramos estado así por mucho más tiempo, pero al ver la espalda de mi hermana, me di cuenta que esta se oscurecía. con un poco de confusión mire hacia el cielo y pude divisar algo gigantesco que nos brindaba una enorme sombra. Algunos corrían y gritaban, pero la mayoría se quedaba en estado de shock al ver semejante estructura metálica. Era una nave bastante voluminosa y bien construida, según mis cálculos, se habrían demorado unas cuantas décadas en fabricarla. Poco a poco, la nave empezaba a bajar bruscamente, como si tuviera la obligación de despegar en un tiempo determinado.
-¿quienes son? -exclamaba un señor atemorizado por todo lo que había vivido.
-¡váyanse de aquí! -gritaban al unísono un par de adolescentes, mientras le lanzaban piedras a la estructura metálica.
La nave despegó a unos 300 metros de la plaza central, todos los sobrevivientes se quedaban sin hacer nada, ni siquiera se atrevían a mover un músculo. ¿Que debíamos hacer?.....Me preguntaba en mi cabeza sin ideas concretas. Estaba a punto de irme corriendo con mi hermana, pero pude divisar otra nave que estaba en el cielo, era bastante diferente a la que había despegado hace poco. No tenían ninguna similitud, los diseños de las dos estructuras eran completamente independientes,al igual que sus materiales. Prácticamente, estábamos bajo amenaza de dos razas completamente distintas y no me cabía la duda de que una de esas era la humana.
-es imposible... nunca hemos recibido visitas de extraterrestres -exclamaba un señor de bastante edad, por sus palabras, se podía entender que no era religioso.
-¡corran! -nos grito una mujer que estaba un poco más lejos de nosotros.
Luego de dichas palabras, se escucho un disparo, haciendo que esta se cayera al piso. De un momento a otro, una gran multitud empezó a correr en diferentes direcciones, provocando un desorden imposible de arreglar. En pocas palabras, ya nadie estaba a salvo y si querías vivir, no tenías más remedio que esconderte. Tome en brazos a mi hermana y corrí hacia el bosque más cercano, no me preocupe de nada mas que en salir de este maldito lugar.
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Creencia artificial
Science FictionNunca pensé que los humanos regresarían a mi planeta... cuando era pequeño, mis padres me dijeron que ellos eran nuestros dioses y que nos habían creado a partir de su ADN. yo nunca confié en ese mito, pero mi sociedad tendía a creer esas fantasías...