Capitulo 11

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El cansancio invadió mi organismo, haciendo que mis piernas perdieran su velocidad. ya nos habíamos alejado bastante de aquella invasión y se podría decir que estábamos a salvo. El bosque era gigante y los árboles de color naranja parecían gigantes que arrasaban todo a su paso. Ya era cuestión de tiempo de que nos encontrarán, pero para ese entonces, ya estaríamos perdidos en las montañas. Le hice una seña a mi hermana para que descansara en un árbol que nos generaba una enorme sombra. Se sentó dificultosamente con los ojos cerrados, me aterraba la idea de que yo era su única familia y que debía protegerla como hueso santo. Con el fin de calmarla le dije:

-no nos podrán encontrar, solo faltan un par de minutos para llegar a las colinas.

-eso no es lo que verdaderamente me atemoriza... -dijo cortantemente

-¿porque dices eso? -le pregunte asustado por la próxima respuesta.

-ellos no son malvados.... están siendo controlados o obligados a que nos ataquen y que nosotros nos creamos eso. -respondió mientras se tocaba la frente.

-¿a que te refieres? ¿De quienes hablas?

-de la especie que acaba de pisar nuestros suelos, la misma que había atacado a esa mujer hace un rato. -sonaba segura de si misma y nadie la iba a cambiar de parecer.

-obviamente no vinieron a hacer amigos, porque crees que nos empezaron a atacar. Realmente no entiendo lo que estás diciendo... -termine de hablar y me levante para seguir el viaje.

-todo eso lo vi en mis sueños y hasta el momento, todo a encajado. Se que es difícil de creer, pero es cierto, ¡debes creerme! -empezó a levantar la voz, en su rostro se podía ver lo nerviosa y desesperada que estaba.

Un frio recorrió mi espalda, quería decirle que yo tambien padecía de esas visiones, pero tenia que esperar un tiempo más. Quería ver hasta dónde llegaba y por el momento me a impresionado bastante. ¿Como es posible que ella tuviera diferentes visiones?.... algo en nuestras mentes hace que veamos la realidad, pero de diferentes formas. Mis visiones se centran más en el pasado, mientras que a mi hermana en el presente, es como si todos tuviéramos una función en específico. Pasaron los segundos y no le contestaba, era mejor que pensara que yo no le creía y así poder presenciar sus capacidades en su máxima expresión.

-ya debemos irnos.. -le conteste . Me tomo la mano y caminamos con pasos lentos, fue agradable sentir la brisa del bosque.

Mi respiración se volvió desesperante, ya estaba cansado en todos los sentidos, incluso, en un momento pensé que me iba a desmayar. Cuando estábamos en el punto más difícil de la escalada, escuchamos unos pasos que se acercaban hacia dónde estábamos. No lo pensé dos veces y nos escondimos dentro de una cueva de piedras. Mi hermana quería hablar, pero le tape la boca con mi mano derecha.

-nos están persiguiendo. -le susurré mientras le sacaba mi mano lentamente.

-¡apúrate, antes de que nos encuentren! -gritaba una voz femenina y muy aguda. Si no me equivoco, se encontraba justo afuera de la cueva.

-hago lo que puedo, no me quiero imaginar si se dan cuenta que nos sacamos los chips. Mas años de esclavitud o la muerte segura, ¡todo por tu culpa! -le respondía una voz masculina, con un tono enojado.  

-entremos a esa cueva, no creo que nos encuentren ahí. -escuchaba nuevamente la voz femenina, que se escuchaba mucho más cerca.

Luego de esas palabras mire a mi hermana y le hice una seña para que se escondiera en una esquina de la cueva. Pasaron los segundos, pero nada, al parecer se habían ido a otro lado, o ya los habían atrapado.

-se han ido hermana, ya estamos a salvo. -susurre confiado, sin percatarme de 4 luces que habían en mi espalda.

Mi hermana no contesto, estaba con los ojos bien abiertos y ambas manos en las boca. Con los dedos temblorosos, empezó a señalar algo que se encontraba detrás de mi, gire la cabeza lentamente y lo que vi me aterro por completo. Habían 4 ojos bien amarillos y resplandecientes, era como si brillaran en la oscuridad. Me miraban fijamente, no sabia si en forma de ataque o de curiosidad, pero de todas formas me aleje horrorizado.

-¿que hacemos con ellos? -preguntó la mujer mientras miraba con sus ojos amarillentos.

-ya no son de nuestra incumbencia, tarde o temprano los asesinaran. -contesto el hombre, volteando su cabeza hacia la mujer.

-para tu información, podemos entenderlos. -dije extrañado por la idea de que hablaban nuestro idioma.

-no me sorprende... al igual que ustedes, nosotros también fuimos intervenidos por los humanos. Aunque nosotros por mucho más tiempo, así que siéntanse afortunados de que su planeta todavía no a sido tomado -termino de hablar con un suspiro detestable.

-no saben lo que les espera.. -refutó la mujer con una risa irónica.

-no me dan miedo los humanos y no creo que  duren mucho tiempo aquí. -conteste confiado.

-porque tú no eres religioso, imagina toda esa gente que espera su regreso con ansias. Se supone que nosotros hacemos el papel de malos y es cuestión de tiempo de que los humanos vengan y se hagan los héroes. ¡Todo está preparado! -seguía hablando la mujer

-¿que quieres decir con eso? -preguntó mi hermana que se integraba a la conversación.

-nos obligaron a atacarlos, poniéndonos estos chips electrónicos. -interrumpió el hombre mientras mostraba los objetos de metal.

-si no cumplíamos, íbamos directo al planeta tierra, en donde se encuentran todos los que rompen las leyes.. pero déjenme decirles que no es un paraíso. Pensándolo bien, el suicidio es una mejor opción... -respondió la mujer asustada.

-entonces si los encuentran, están totalmente acabados... -hablo mi hermana con una voz insegura.

-exactamente. -respondieron al mismo tiempo

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