Don't Let Me Go

Like an... Onion

Por la tarde, Harry estaba esperando a que Simón terminara su llamada. Lo había citado en su oficina, pero apenas si le había hecho caso.

— ¿Presupuesto? ¡Al diablo el presupuesto! No... no me importa lo que tengan que gastar... ¡Si, eso quiero! — dijo por fin terminando la llamada. — Lo siento, Harry. — dijo sonriendo de repente. — Negocios, ya sabes.

— Si, no te preocupes.

Simón apoyo los codos sobre el escritorio y entrelazo sus manos, mirando fijamente a Harry, que no tenía una expresión particular en su rostro, pero tenía el ceño ligeramente fruncido. Estaba sentado a sus anchas.

— ¿Para qué me llamaste, Simón? — preguntó algo incómodo por la mirada insistente de su mentor.

— ¿Creíste que no me iba a dar cuenta?

— ¿De qué?

— Lo supe desde la primera vez. Desde que hablé con ella por teléfono en esta misma oficina.

A Harry se le fue la sangre a los pies. Steve no había hablado con Simón, se lo había jurado. Pero hacía tiempo que no confiaba en Steve...

— ¿De que hablas?

— Harry, ¿Crees que soy estupido? — preguntó tranquilamente.

— ¡NO! Jamás creería algo así...

— Al inicio quise dejarte a ver hasta cuando explotaba la bomba. Era cuestión de tiempo y había dos opciones: que confesaras, o que lo arruinarás y supiera todo.

Harry estaba anonadado.

— Cuando la conocí en la fiesta de Cher, me pareció una chica increíble y no podía creer que se hubiera prestado a semejante... negocio, contigo. No me parecía ese tipo de chica y menos después de la manera en le dio una bofetada con esa canción a Taylor...

Simon estaba sonriendo. Era lo más raro de todo, pero Harry sentía que se desmayaría.

— Aparte de todo tiene talento, pude haber hecho un trato con ella esa noche... Bueno, volviendo al tema, luego de que vi que le diste un beso cuando bajó del escenario, ante mis ojos se abrió una nueva posibilidad. Ahora quedaba que confesaras, que lo arruinarás, o que te enamorarás realmente de ella. Y decidí darte tiempo para que te dieras cuenta de que lo que pasaría sería esto último.

Harry bajo la mirada.

— Simón, yo...

— ¿Crees que no sé la cantidad de dinero exacto que tengo en la cuenta de ustedes? Por favor, ofendes mi inteligencia, Styles.

— Lo siento...

— Quise llamarte desde que vi que habías depositado la cifra exacta que quedaba faltante en mis cuentas hace unos meses. No era mucho, pero en un momento determinado note la ausencia de ese dinero y luego su aparición.

— ¡Si, lo devolví! Bueno, Daniela lo pagó...

Había dicho su nombre. Trataba de evitarlo lo más posible y esta vez salió de sus labios dejándole el sabor que deja decir una maldición. Incluso cuando la busco por teléfono, había dicho "Una chica morena, de cabello negro... su apellido es Tyler."

— Harry, pasare por alto el hecho de que estuviste viéndome la cara, de que tomaste un dinero que bien te pude haber descontado en algún momento... de que engañaste a todos. Pero no te perdonare una cosa.

Harry suavizó su gesto y le devolvió la mirada a Simón.

— No te perdonare que te engañes a ti mismo diciéndote que no extrañas a Daniela, que no te enamoraste de ella y que no estás enamorado de ella todavía.