Don Antonio apareció esa mañana en el comedor tan demacrado que de repente a Dany le pareció 10 años mayor. Su abuelo, bueno, era un abuelo, pero era fuerte y siempre iba con elegancia por la vida. Aquella mañana parecía cansado, enfermo... ¿Viejo?
— ¿Cómo amaneciste, abuelo?
La pregunta tomó por sorpresa a Antonio y Beatriz. Pero Beatriz le sorprendió más la respuesta de su marido.
— Bien, hija. Gracias.
"¿Hija? ¿De verdad? ¿Desde cuándo le hablaba así a la... hija de Frida?"
— Tu abuelo no tiene que gastar su energía en responder preguntas tontas, Daniela, por favor. — dijo partiendo un pedazo de tocino.
— Dany quería saber cómo había amanecido, Beatriz. No me parece una pregunta tonta en lo absoluto.
Dany se hubiera sentido menos extraña si hubiera estado bailando la Macarena en bikini sobre un iceberg cuando su abuelo le dirigió un guiño. Beatriz se quedó callada y Dany saboreó su pequeña victoria.
— Ayer hablé con tu madre. — dijo don Antonio después de unos minutos de silencio. Dany levantó la mirada.
— ¿En serio? ¿Qué te dijo?
— Digamos que se sorprendió al escucharme. Me pidió que cuidara de ti, supongo que eso hago. ¿No?
"No..." quiso responder Dany, pero hasta ahora no la había echado a la calle, así que solo asintió en silencio.
— ¿Que tal va Fernando? — quiso saber él.
— Ammm, bien. Sobre sus terapias, supongo que no ha habido grandes cambios, pero si te refieres a sus lecciones de piano, está mejorando mucho.
— Me refiero a tu relación con él.
Beatriz se levantó, dejando de golpe la servilleta sobre la mesa. Se fue sin decir palabra.
— Abuelo...
— Por favor, pequeña. Está Hacienda es como una preparatoria. Todos están pendientes de cuchichear la vida de los demás. Aparte, era obvio que pasaría algún día.
— Bueno... va bien. Digo, no... no es... llevamos pocas semanas apenas y...
— Yo lo veo muy animado.
— Si, eso parece.
— Pero tú no te ves igual.
Dany pasó saliva.
— Realmente no soy muy expresiva, abuelo. No soy del tipo romántico. Simplemente... estoy entusiasmada, si, pero lo demuestro de manera diferente al resto del mundo.
— No quieras engañarme, Dany. Ambos sabemos que alguien más si te ponía del "tipo romántico". Tú sonrisa es diferente cuando estás con Fernando, pero no es igual a la que tenías tiempo atrás.
Dany sabía exactamente a qué se refería su abuelo.
Harry.
— Bueno. He cambiado, es todo.
Don Antonio asintió.
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Don't Let Me Go
Fanfiction"Nada fija algo más interesante en la memoria, que el deseo de olvidarlo..." Tiempo, distancia, nuevas personas, nuevos labios... hay cosas que pueden ayudar a olvidar, pero sacar a alguien de tu mente es fácil. Sacarlo de tu corazón, bueno... es ot...