Don't Let Me Go

Love Me

— ¿Por qué no me dijiste que estabas aquí? He pasado toda la mañana preguntándome dónde te habías metido, Daniela.

— ¿Volveremos al asunto del controlador? No te lo dije porque salí demasiado temprano y por alguna razón no me respondes al celular, ¿Como demonios queries que me comuniqué contigo?

Harry alzó las cejas.

— Bueno, tengo mi celular bloqueado desde que llegué a España. Pero... está bien, pudiste decirme lo que pasaba. Pude acompañarte o algo. — dijo suavizando el tono.

— Gracias. — dijo Dany abrazándose a si misma. Sentía la piel erizada y su cabeza era un mar de pensamientos abstractos que sólo habían empeorado cuando vio a Harry entrar al hospital.

— No te ofendas, pero te ves fatal.

— No, no me ofendo. Me encanta que me digan que me veo horrible, Harry. — dijo sarcásticamente.

— No me refiero a eso. Digo, te ves hermosa como siempre, pero definitivamente necesitas volver a casa y descansar.

— Ya te lo dije. No me voy a ir. Tú deberías irte y... no sé, hacer algo. Hablar con Louis, por ejemplo. — soltó Dany de golpe.

— ¿Por qué tendría que hablar con él? Volveremos esta noche, ¿No? No quiero que me eche un sermón antes de verme, voy a tener bastante de él y los demás mañana.

Dany miró a Harry y se mordió el labio.

— ¿Qué?

— Nada.

— ¿Qué pasa, Daniela?

— ¡NADA! Sólo... habla con él. Por favor.

— ¿Hablaste tú con él? — dijo en tono un tanto acusador.

— ¡NO! Mira, — Dany se presionó el puente de la nariz y hablo tratando de sonar relajada. — Sólo hazlo, ¿Si?

Harry miró a Dany y la abrazó.

— ¿Era mucho pedir que hicieras eso en cuanto llegaste en lugar de llegar reclamando cosas? — preguntó ella devolviéndole el abrazo. "Oh, si... podría abrazarte todo el día, Styles..."

Harry sonrió.

— Lo siento. Creo que... me enloqueció un poco despertar y no encontrarte por ningún lado.

— Como si fuera a irme sin ti.

— Espero que no, señorita.

— Debes perfeccionar ese español.

— Sigo practicando.

Dany se separó de Harry y le dio un rápido beso en los labios.

— Habla con Louis.

— Ya, lo intentaré. ¿Me dirás por qué es tan importante?

— Hazlo. Te veo en la Hacienda más tarde, ¿Si?

Harry beso la mejilla de Dany y se alejó de ella, saliendo del hospital, Giorgio Bertolini lo estaba esperando afuera en su auto.

— ¿Y bien?

— Bueno, si están aquí. Volvamos a la Hacienda.