¿Era posible que estuviera sintiéndose así de... tímido? Dany había desabotonado su camisa y ahora pasaba sus manos por su abdomen, dibujando con sus dedos el contorno de su mariposa, haciendo que la piel de Harry se erizara y un escalofrío le recorriera cada vértebra... siguió explorándolo y llegó al tatuaje que se había hecho el mismo día que ella se hizo la pequeña ave de su antebrazo.
— Nunca lo entendí. — dijo ella mirando su pecho.
— CCX. 210 en números romanos.
— ¿Tiene algún significado?
Harry sonrió.
— Es el número de habitación en el que vimos películas justos el primer día que te conocí.
Dany levantó la mirada.
— Es la habitación de la que te fuiste sin decirme adiós, Daniela. 210. Me recuerda cuando te conocí y cuando te perdí también...
— Nunca me perdiste.
Dany volvió a besar los labios de Harry y dejó que él también la tocara. Harry sentía que sus manos temblaban un poco. ¿Cómo podía ponerlo así? Como un primerizo...
— No quiero perderte.
— Ni yo a ti...
— Estás helada.
Era cierto. La piel de Dany, incluso las yemas de sus dedos al tocarlo se sentían frías. Dany sonrió.
— Ayúdame con eso entonces, Styles.
Harry la dirigió a la cama y la sentó en el borde sin dejar de besarla. Le sacó la blusa, la camiseta y desabrochó el botón de sus jeans. Así, arrodillado frente a Dany, mientras ella con sus delgadas y frías manos sosteniendo su rostro mordía sus labios, se sentía el hombre más especial del mundo. Se quitó por completo la camisa y fue sobre Dany mientras se deshacía del cinturón y del botón se sus propios jeans que comenzaba a ser incómodo. Las manos frías de Dany tocaron su espalda y él se estremeció.
Contrario a la piel de Dany, la de Harry era cálida y ella aprovechó para calentar la suya propia con la de él. Estaba temblando, no sabía si de frío o de expectación. No tenía miedo, no era algo que sintiera estando cerca de Harry.
Sintió sus grandes manos quitando sus jeans, dejándola en su simple pero bonito conjunto de ropa interior.
Harry detuvo un poco sus besos, tomó la mano de Dany y besó las yemas de sus (ya no tan fríos) dedos.
— ¿De verdad quieres hacer esto?
Dany sonrió.
— Todo. Quiero hacerlo todo contigo.
Ni ella misma reconoció su voz, pero precisamente fue ese cambio de tono, tan sensual, lo que hizo que Harry volviera a la tarea de amarla.
Sus labios se reencontraron con la piel de su cuello, se conocieron con la de sus hombros... sus dientes halaron el tirante del sostén, que cayó por su brazo mientras con sus labios recorría el espacio que faltaba hacia su pecho.
Dany no abría los ojos. Quería verlo saciándose de ella, pero si lo hacía, temía perder la sensación que estaba teniendo.
Harry nunca había sentido tanto amor y deseo al mismo tiempo. Cada beso era una bendición y cada caricia una alabanza al cuerpo de Dany. Nunca había hecho el amor, ahora que lo pensaba. Él era más del tipo de faje, penetración, orgasmo, adiós.
Pero esta vez... lo estaba llevando al límite.
En cuanto ambos estuvieron desnudos bajo las sábanas de seda de la cama de Dany, Harry se propuso hacerlo durar y hacerlo valer como nunca antes.
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Don't Let Me Go
Fanfic"Nada fija algo más interesante en la memoria, que el deseo de olvidarlo..." Tiempo, distancia, nuevas personas, nuevos labios... hay cosas que pueden ayudar a olvidar, pero sacar a alguien de tu mente es fácil. Sacarlo de tu corazón, bueno... es ot...