Capítulo 6: La realeza de Plutón

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Noche doce sin Luna

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Noche doce sin Luna.

La residencia que tenían Nedi Monter y el resto de sus compañeros en Plutón se parecía bastante a lo que él recordaba del Sindicato. La mesa rectangular de la sala común era casi idéntica a la que tenían en el antiguo comedor. Aquello le hacía rememorar los buenos tiempos que vivió durante su primer trabajo, pero conforme pasaba más días en el nuevo planeta, estos tiempos llegaban a parecerle hasta mejores. Se había llegado a acostumbrar con prontitud a la rutina que tenían allí, y ninguno de los demás se quedaba rezagado a la hora de formar parte de ella también.

Durante aquellos días, todos se habían estado preparando para la reunión. Kilara, que se convirtió en la anfitriona del grupo, les sirvió como guía para enseñarles el ala del palacio que tenían disponible para distraerse y los bonitos alrededores con jardines llenos de una flora inexplicable. Kilara tampoco se olvidó de preparar a sus invitados con las tradiciones básicas de su mundo, les instruyó para saber cómo saludar, despedirse o intercambiar unas palabras de cortesía en su idioma. Incidió con ahínco en esos detalles para la primera audiencia con el rey. Tendrían que tener bastante claros los conceptos de respeto hacia él según una cultura casi contraria a la suya.

La misteriosa reunión se hizo esperar desde el mismo día en que aterrizaron con la Nostradamus II. Larissa Wuon, que presidiría el encuentro durante una emisión en vivo desde la Tierra, llevaba posponiéndola desde entonces. La mayoría de los recién llegados estuvo de acuerdo con esa prórroga. Llegarían al encuentro como los invitados de honor que el gran Victoplus Equis esperaba, y no como el puñado de terrícolas asustados que viajó allí el primer día.

El encuentro tendría lugar en el salón principal del castillo del rey. Al no tratarse de una zona preparada en exclusiva para los habitantes de la Tierra, todos los que no fueran plutonianos estaban obligados a llevar sus mascarillas de oxígeno. La mayoría del grupo se sentía extraño al asistir a una asamblea vestidos de gala y con media cara cubierta por plástico. El único que se sintió cómodo en un atuendo tan extravagante fue Epicuro. El informático se contoneaba de un lado a otro en el asiento giratorio que tenía asignado en el amplio salón. No le quitó la vista de encima a Kilara, que vestía una brillante tela roja que cubría su torso y sus piernas. El atuendo de la extraterrestre parecía más una capa que un vestido al ser tan holgado. No resaltaba ninguna curva en su figura, pero el fino contorno de su cuello y sus tonificados brazos otorgaban esas curvas que faltaban para pronunciar su feminidad. También llevaba unos pendientes que contrastaban con el color negro de sus ojos y el dorado de su piel. A su vez, el rojo de su ropa conjuntaba con los trozos coloreados del mismo tono que adoraban su cabeza, las líneas de sus mejillas y sus antebrazos.

Dos plutonianos más entraron en la sala. El primero fue Victoplus Equis, el esperado rey que deseaban conocer. Era fácil ubicarle en ese rol por la corona que portaba. El accesorio tenía cinco gemas, coincidentes con el número de satélites de su mundo. El monarca tenía la piel de un tono más oscuro que la de Kilara, parecía recubierta por bronce y rubíes fundidos. Muchos de ellos supusieron que esa descripción tenía que ver con una edad más avanzada. Y también, porque el otro extraterrestre que le acompañaba lucía con una piel idéntica a Kilara, además de un aspecto más jovial. A diferencia del rey, él llevaba una corona más simple con una única piedra gris en su centro.

Hipersomnia: Segundos Confederados | SC #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora