Nota de la autora: ¡Hola a todos, mis confederados! Es importante que hayáis leído Disomnia antes de empezar este capítulo. Como siempre, si veis algunos términos raros o que no entendéis, podéis echar un ojo al Glosario del final del capítulo para aclarar las dudas. ¡Disfrutad de la lectura!
Johannesburgo, Sudáfrica.
Una ligera brisa elevaba la cortina del ventanal situado en el centro de la habitación. El viento tibio alcanzó a Reiseden, tumbado boca arriba y enredado entre las sábanas. La alarma había sonado varias veces pero estaba tan cansado que la apagó sin apenas ser consciente. Estaba sometido a un entrenamiento un tanto estricto que comprendía desde una dieta especial hasta una serie de ejercicios que realizaba durante horas. Ese era el precio que debía pagar si quería ser la cara de la victoria durante las próximas Olimpiadas Verticales. Aunque él era una de esas personas que estaba tan seguro de que iba a ganar que incluso celebraba sus logros antes de que se produjeran. La noche pasada organizó una fiesta en una villa privada cercana a un terreno restringido de la Bona Wutsa. El cansancio que le mantenía inmóvil sobre su colchón no se debía a su día a día como atleta, sino a esa juerga como el heredero del presidente.
Reiseden sabía demasiado bien lo que conllevaba su diversión. El establecimiento a rebosar de gente que deseaba codearse con él, las copas llenas de bebidas caras y el exceso de otras sustancias cuya riqueza se medía en gramos. Una velada de las suyas podría costarle miles de soles, pero esa sensación de poder manejar a todo el mundo a su antojo no tenía precio. Bastaba con dar la impresión que quería reflejar en cada persona que le interesaba. El futuro presidente, el atleta, el alma de la fiesta, el terrorista. No importaba qué faceta usara. No necesitaba la máscara del Líder REM para obtener el mismo efecto en la gente que consiguió hacía cuatro años. Podía tener lo que quería con o sin ella. Sabía que cualquiera iba a seguirle aunque le inspirara miedo u adoración.
La persona que dormía a su lado también le siguió desde la madrugada. Bastó con unas palabras, un baile y media copa de ese famoso vino azul.
—Tebin, ¿estás despierto? —preguntó Reiseden.
Tebin estaba tumbado boca abajo. Los marcados músculos de su brazo cubrían la mitad de su rostro, y su flequillo rubio tapaba el resto. Tan solo se podía ver su ojo cerrado y el atisbo de una pacífica expresión. La anchura de la cama obligó a Reiseden a moverse varias veces con torpeza para avisarle.
—Buenos días —susurró en su oído.
—Mmm..., serán buenos para ti —replicó Tebin con una risa débil—. La cabeza me va a estallar.
—Beber agua antes de dormir es el mejor remedio contra la resaca.
—No salir contigo es el mejor remedio contra la resaca.
—Hablas como si no lo hubieras pasado bien.
—Lo he pasado muy bien, Rei. Es solo que no todos podemos despertar como una rosa después de un fiestón así. Parece que has olvidado que no llevo un ritmo de vida como el tuyo, y que el salón, la cocina y el dormitorio de mi apartamento son más pequeños que esta habitación.
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Hipersomnia: Segundos Confederados | SC #2
Science FictionSi no puedes volver a despertar, el sueño será tu pesadilla. - Segunda parte de la Saga Confederados. ¡Alerta por spoilers de «Insomnio: Primeros Confederados»! - La Tierra. Año 3514 d.C. Unos años después de la catástrofe que supuso la pandemia de...