Si no puedes volver a despertar, el sueño será tu pesadilla.
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Segunda parte de la Saga Confederados. ¡Alerta por spoilers de «Insomnio: Primeros Confederados»!
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La Tierra. Año 3514 d.C.
Unos años después de la catástrofe que supuso la pandemia de...
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Ciudad de Krasnodar, Rusia.
Sede secreta de la empresa Onyria.
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Experimento 540. Continuamos la proyección de las imágenes catalogadas como Trauma Rojo para el sujeto 09 y evaluamos las reacciones cerebrales del sujeto 08. El receso de la hipersomnia está programado antes de alcanzar las cuatrocientas horas.
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Trescientas y siete horas dormidos.
Norak recordaba con claridad la sensación de la mordaza y los grilletes de plástico que le impedían hablar o mover los brazos. Las gotas de un sudor frío recorrían su frente hasta enterrarse en sus cejas. Yafus estaba a su lado con una pinta parecida a la suya, aunque mucho más calmado que él por la serenidad que expresaba su rostro. Otros miembros de la ZAR se encargaron de atar al resto del equipo médico y de seguridad. Los pacientes estaban tan asustados que no les resultó necesario amenazarles con un arma o ponerles esos apretados grilletes. Ya fueran refugiados rusos, grandes médicos o ex policías con historiales violentos, todos se habían convertido en rehenes.
El rehén más valioso era Hanro Vlaj. Tanto los anarquistas como los sindicalistas lo sabían, pero la situación dependería de cuánto valor tendría su vida para el gobierno.
Ima Boscor estaba al otro lado de la línea de aquel intercomunicador como la jefa de gabinete de la presidenta Somout. Solía atender todos sus mensajes y organizar sus citas, pero ser el intermediario durante ese repentino secuestro no entraba en su agenda. Ni siquiera tenía intención de hablarle de ello a la presidenta. Contactó de inmediato con un negociador experto que estaría en contacto con el vicepresidente Udafor mediante un pinganillo invisible.
