Ciudad de Krasnodar, Rusia.
Sede secreta de la empresa Onyria.
Experimento número 539 (Continuación). Procedemos a continuar la transmisión del mismo recuerdo para realizar una reevaluación de los niveles de empatía y confianza del sujeto 08.
Doscientas y cinco horas dormidos.
Norak Ryder se acomodó en su nueva cama. El colchón era demasiado duro, y la tela de las sábanas tenía un desagradable tacto áspero. Esperaba tener que estar ahí tumbado lo menos posible. Prefería estar dando tumbos entre los enfermos, de aquí para allá con mascarillas y su bandeja de medicación, a permanecer ahí boca arriba, mirando al techo resquebrajado. Las grietas de la estructura le recordaban que estaba tan rota como su corazón. Las personas que se fueron de su vida habían rasgado distintas paredes de su alma. Klenn y Cora, su padre y su madre, dejaron un daño en su interior que podía compararse más con un vacío irremplazable. Él no había conseguido paliar ese dolor que le perseguía día tras día, esa culpa que le aplastaba al saber que no pudo llegar a despedirse. Sobre todo, al caer en la cuenta de que las mayores cosas de su vida le habían abandonado sin previo aviso. Así ocurrió con sus padres, al igual que con Astride. La única diferencia de la pérdida de ambas cosas fue el azar. El motivo de la muerte de Klenn y Cora fue un accidente de avión, pero la causa de que Astride se fuera... fue él mismo.
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Hipersomnia: Segundos Confederados | SC #2
Science FictionSi no puedes volver a despertar, el sueño será tu pesadilla. - Segunda parte de la Saga Confederados. ¡Alerta por spoilers de «Insomnio: Primeros Confederados»! - La Tierra. Año 3514 d.C. Unos años después de la catástrofe que supuso la pandemia de...