Capítulo 14: Un desafío vertical

383 55 62
                                    

Noche cincuenta y seis sin Luna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Noche cincuenta y seis sin Luna.

Nedi era un engranaje más dentro de ese mecanismo que podría iniciar una guerra, pero al mismo tiempo estaba demasiado lejos de las chispas de aquel conflicto. Ni siquiera los billones de kilómetros que le separaban de la Tierra eran suficientes para dejar de sentir las cosas que dejó atrás. Pensaba en el estado de sus padres, de Norak o Astridia; esas personas que se convirtieron en su familia aun sin compartir su sangre. Sentía la mirada de Reiseden y Dacio como el frío aliento de un fantasma tras la nuca. La distancia que les alejaba de ellos nunca le serviría para que dejaran de estar unidos. Reiseden era su hermano. Dacio era su padre. Clisseria... era su madre.

—Madre —susurró Nedi, tumbado boca arriba en el suelo de la Sala Dever.

—¿Madre? —gritó Kurtis, y dio una fuerte palmada que sobresaltó a Nedi—. ¿Y tú dónde crees que estamos? ¿En la guardería? ¡Arriba, vamos!

—Estoy agotado...

—¡No existe el agotamiento! Seguro que para tu hermano eso no existe. Tal vez estará en una sala más grande y mejor que esta con entrenadores personales y haciendo ejercicios para batir el récord de los cien metros lisos verticales.

—Tú lo has dicho. Él está preparado para esto desde que nació. Yo no.

—¡Y por eso debes trabajar el triple que él! —Kurtis agarró a Nedi por su sudada camiseta hasta que le puso de pie.

El chico se apoyó en la pared y cubrió su cara con sus manos para expulsar su aliento entre ellas. Había pasado demasiados días lejos del sol y demasiadas noches sin ver la luna. Plutón tenía cinco astros en su lugar que adornaban su cielo, pero sus días y noches eran tan largos... Una eternidad en la Tierra podría pasar como un solo día en Plutón. Eso mismo le parecía a Nedi tras tantas jornadas de entrenamiento, preparación muscular y charlas de Kurtis sobre el atletismo vertical.

—¿Es que no tengo derecho a estar harto? —replicó Nedi—. ¡Llevamos días así! El único tiempo de descanso que tengo es para dormir.

—Pues así es como actúan los ganadores.

—¿Los ganadores? No me hagas reír... —Nedi soltó una carcajada—. Mi hermano no estará invirtiendo ni la mitad de tiempo que yo. Y seguro que le sobrará energía para seguir haciendo ejercicio en su dormitorio. Ya sabes la fama que tiene. Ganará de todos modos porque fue concebido para ser un ganador. A veces, la posibilidad de ganar se lleva en la sangre y no podemos hacer nada para igualarla.

—Oh, vaya... El pobre Nedi está celoso del éxito de su hermanito. El talentoso Reiseden Krasnodario, el político, el apasionado de la ciencia, el buen amante... ¡Y no olvidemos que también demostrará ser un gran atleta!

—Cállate.

—Ahora quieres que me calle... Sí, es cierto lo que dices. Tu hermano es un ganador nato y no. La verdad es que lo tiene todo, no como . Y como no espabiles para quitarle esa idea, algún día tendrás que referirte a él como «señor presidente».

Hipersomnia: Segundos Confederados | SC #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora