Ciudad de Krasnodar, Rusia.
Sede secreta de la empresa Onyria.
El Experimento 540 había sido el último, pero no en el sentido de que había tenido éxito y lo acababan de realizar, sino porque había alguien en la sala de Proyección Onírica que se había jurado a sí mismo que no se volvería a repetir ni uno más.
El sujeto 09 estaba tan sorprendido por la visita del sujeto 05 que no se observaba ninguna reacción en él. Se encontraba igual de paralizado que durante sus sesiones de hipersomnia. Dacio podría haber logrado su objetivo, ese castigo que deseaba producir en Norak: No distinguir los sueños de su propia realidad. Parecía imposible que Yafus estuviera frente a él. Estaba despierto y podía acercarse, tocarle y respirar el mismo aire que el suyo. Pero también pudo hacer lo mismo durante esas excursiones obligatorias a los recuerdos que tuvieron juntos.
Reiseden contempló la confusión de Norak con una sonrisa ácida. El doctor Zoilo Falan, en cambio, apretaba con tanta fuerza el diminuto mando que controlaba su voz por megafonía que casi lo trituró. Pero retuvo su ira y camufló sus sentimientos mediante unas palmadas de satisfacción que dio a Reiseden en el hombro. Esconder lo que pensaba era algo que había practicado muchas veces, pero hasta ese instante no se percató de que esa habilidad se había convertido en una salida para engañar al presidente. Falan se había codeado con el maestro de las mentiras, y aprendió a mentir mejor que él.
—Las grabaciones de este experimento volverán locos a los invitados de la Gala Ilusoria de la Humexpo —indicó Reiseden—. Debo decir en nombre de mi padre que ha sido un placer trabajar contigo al frente de la empresa Onyria.
La Gala Ilusoria se celebraría durante el primer día de la Humexpo. El calendario del evento se extendería durante dos meses, pero la bienvenida, como no podía ser de otra forma, seguiría un itinerario lleno de novedades y lujos. Unas monstruosas instalaciones rodeaban la Bona Wutsa, casi triplicando el tamaño del complejo presidencial. Las especies que viajarían a la Tierra tendrían allí su residencia, previamente adaptada para ellos si se informaba de algún requerimiento. Aunque los peces gordos de las especies que más interesaban a Dacio convivirían con él bajo su propio techo. El presidente tenía claro que quería ofrecerles un espectáculo sin igual, que empezara con un almuerzo al aire libre en los jardines naturales. Contar con una fauna no artificial supondría un gasto carísimo, pero Dacio estaba dispuesto a pagar lo que fuera para contentar a sus invitados. Después de mostrarles cómo era la gastronomía de la Tierra, aunque algunos de ellos no disponían de aparato digestivo para probarla, les llevaría a una sala de Proyección Onírica donde mostraría a todos las mejores imágenes del Proyecto Hipersomnia. Sí estaba seguro de que, si todos tenían algo en común, es que compartían cosas parecidas a un sentido de la vista que les permitieran ver o percibir esos vídeos. Había especies que no tenían ojos, pero como decía Dacio, en el universo había infinitas formas de ver.
—Zoilo —pronunció Reiseden para captar su atención—, ¿crees conveniente que hagamos un pequeño examen a los sujetos de prueba?
—No es conveniente según mis apuntes. Esperaba una reacción mucho peor por parte del sujeto 09, pero viendo su estado tras el Trauma Rojo, no parece tan afectado.
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Hipersomnia: Segundos Confederados | SC #2
Science FictionSi no puedes volver a despertar, el sueño será tu pesadilla. - Segunda parte de la Saga Confederados. ¡Alerta por spoilers de «Insomnio: Primeros Confederados»! - La Tierra. Año 3514 d.C. Unos años después de la catástrofe que supuso la pandemia de...