Catching Feelings {AU Larry Stylinson} |Terminada| (Editando)

Capítulo dieciocho {MARATÓN 3/3}

La mirada de Louis se encontró con la cetrina de su mejor amigo, sólo podía observar sus ojos y la línea que contorneaba su cuerpo pues estaba sumido en una gran oscuridad. Se quedaron viendo por algunos segundos que bien pudieron haber sido una vida entera.

Louis, enfrente de aquel ser precioso, perdía de su mente todo lo que le rodeaba para concentrarse en el joven de cabellos rizados y en todo aquello que conformaba su cuerpo. Observó como las mejillas de Harry se tornaban rosadas gracias al viento frío que corría sobre la calle y al mismo tiempo, mientras las nubes se mecían sobre el cielo, notó como su rostro ayudado por las lágrimas que brotaban de sus bellos ojos relucía tembloroso bajo la luz de la luna. Cerró los ojos un instante para tranquilizar su alma y  al poco tiempo los abrió sintiendo a su  corazón  detenerse en un instante. Pestañeó varias veces y  los talló con sus  manos, sin embargo… Harry ya no estaba.

Corrió hacia la ventana y la abrió rápidamente asomando su cabeza hacia la calle para ver si existía algún rastro de que Harry hubiera estado ahí. Estaba comenzando a desesperarse. No notó nada más que el aire del frío invierno corriendo por su rostro y enfriándole la nariz justo como creía que enfriaba a Harry hace unos momentos.

 Estaba a punto de insultar a su mente por jugarle ese tipo de bromas y justo en ese momento cuando escuchó que alguien tocaba la puerta.

-          Oh, por Dios- pensó corriendo hacia la puerta luego de cerrar la ventana. Estaba seguro que era Harry, así que sin preguntar quién era y con las manos temblorosas giró la perilla de la puerta hasta abrirla. Automáticamente una de sus manos se posó sobre su boca en forma de sorpresa y no vaciló en cernir después de unos segundos  sus brazos al cuerpo de Harry. -¡Harry, por Dios, Harry!- le chilló en el oído aferrándose a su cintura  lo más fuerte que pudo. –Hace demasiado frío allá afuera ¿En qué estabas pensando?- Recargó su cachete con el del menor para poder calentarlo y un momento después, desesperado por calentar la cara de Harry, se separó algunos centímetros para capturar el rostro del ojiazul con sus manos que conservaban el calor que había provocado el haber estado tocando apenas hace unos minutos.

Con voz suave y apenas audible  el menor tomó un poco de aliento para poder articular una pregunta que le estaba rondando la cabeza durante todo el día: - ¿Te irás, Lou?

Louis hubiera maldecido por hacerle esa pregunta pero se detuvo en el intento pues se trataba de la persona  que él amaba. Lo miró con los párpados caídos y respondió:

-          No lo sé, Hazza-se estaba tragando el llanto que atentaba con salir de su garganta.

-          ¿Por qué?- la voz de Harry simulaba la de un niño regañado que había estado llorando por vario tiempo.

El corazón de Louis dio una y mil vueltas dentro de su pecho. La voz de Harry estaba rota, él podía romperse también. –Es… Es algo muy difícil, Harry.

-          ¿Por qué?

-          Porque… es una decisión que debe pensarse.

-          ¿Por qué?

-          Porque… ¿Vas a seguir cuestionándome así?-  sonrió vagamente ante la actitud de su amigo.

-          ¿Tú quieres?

-          Yo…- separó sus manos del rostro de Harry y expulsó el aire que estaba guardando en sus pulmones. - No lo sé Harry- Sus manos regresaron a la piel suave de la cara de Harry y su pequeño diálogo concluyó con la respuesta dada por el mayor.

Pese a la situación que estaban viviendo, ese momento pudo haber sido encantador para alguien que los estuviera viendo. Louis estaba  sosteniendo las mejillas de Harry mientras Harry se aferraba a la cintura de Louis apretando su camisa con sus puños. Las miradas de ellos iban directamente las pupilas de cada uno sólo interrumpiéndose por alguno que otro parpadeo. Ninguno de los dos había dejado de mirarse en aquel momento. Se sonreían de vez en cuando y llegó un momento en el que parecía que se comunicaban con la mirada.