Capítulo cincuenta y cinco

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Noviembre.

La oscuridad del cuarto de Harry acompañaba la tristeza que consumía su interior. Como en muchas otras noches anteriores, el rizado se encontraba sobre su cama su sobre su espalda, a su vez, recargada en la  pared, su cabeza sobre sus rodillas y su pies haciendo presión sobre el colchón. Tenía los audífonos del reproductor de música puestos, reproduciendo el único consuelo que había podido tener en todos estos meses.

Conciertos de piano interpretados por Louis se reproducían una y otra vez haciendo crecer la melancolía de Harry. El turno de Claro de Luna de Debussy, track número 7 del disco, había llegado. El pequeño concierto hacía que sus lágrimas dejaran de ser tímidas ayudando a Harry a desahogarse como todas las noches. Nunca solía llorar en el día pues siempre estaba acompañado de alguien, el único momento que tenía a solas era la noche y aprovechaba aquellas horas alumbradas por la luna para poder soltar un poco de su dolor. A través de todos estos días, había a prendido a retener los gritos de dolor para no despertar a su madre en la madrugada, ahora, lloraba en silencio apretando una almohada contra su cara cuando sentía que algunos gemidos desesperados querían salir de su alma para proyectarse en su garganta.

Todas las noches lloraba descargando un poco de dolor en aquellas gotas saladas que rodaban por su rostro sin piedad. A veces no dormía pensando en una manera de poder llegar hacia Louis y explicarle todo. La escuela absorbía su tiempo y, aunque se esforzaba por poner atención y cumplir con sus trabajos, hasta la fecha, ya había perdido la oportunidad de salvar tres materias. Louis lo había absorbido y se había llevado con él todas sus ganas de vivir. Ya no veía esperanza de vida en su carrera si no tenía a Louis a lado de él. Ya nada le daba esperanzas cuando había perdido el amor de la persona más maravillosa que había conocido.

No le importaban su familia ni sus amigos y ni siquiera su propio futuro. No quería seguir viviendo cuando no visualizaba a Louis en su vida futura. La luz que el ojiazul emanaba en él se estaba extinguiendo poco a poco y nadie podía darle el apoyo que obtenía de su… de Louis.

Había pasado por tantos sentimientos que ahora se sentía confundido. No sabía si se odiaba más a él por no reaccionar rápido ante el beso, a Liam por cometer tal estupidez o a Louis por abandonarlo sin quedarse a escuchar una explicación. –Maldito cobarde- dijo conteniéndose a golpear la pared con su puño. Su estómago le quemaba  y la desesperación consumía cada vez más su vida.

¿Tan poco confiaba Louis en él? ¿Enserio el ojiazul había creído que él sería capaz de fijar sus ojos en alguien que no fuera él?

Cuando la tristeza no consumía todas sus energías, el enojo lo hacía. Enojo descargado contra las tres personas implicadas en este problema. Cuando no sentía morir por Louis y por todo el amor que le tenía, sentía odiarlo por desconfiar de él, por irse y dejarle todo el problema de buscarlo a él… por no llamarlo y no tener la valentía de afrontarlo. Le había costado mucho tiempo afrontar que Louis ya no estaba a su lado, hasta apenas hace unos días.

 Louis se fue de su vida sin dejar rastro alguno.

El último día que trató de contactarse con el mayor fue cuando vio una entrevista que el ojiazul estaba dando en el norte de Irlanda, cuando anunciaba que estaba completamente de maravilla y que con la música se sentía completo. Aunque en sus ojos pudo notar el cansancio de su alma y el tono grisáceo que sus hermosos zafiros habían adquirido, aquella simple confesión le bastó para comenzar a darse por vencido. O tan si quiera para comenzar a hacerse a la idea. Si Louis estaba bien, él también podía estarlo y confiaba en que el tiempo le ayudaría a sanar sus heridas… aunque ya se estaba tardando mucho.

Había buscado a Louis por todo Holmes Chapel durante la semana en la que sucedió el horrible vaticino. Cuando no encontró algún rastro de él, supo –aceptó- que se había ido, que lo había abandonado. Por aquellas épocas, todavía no había encontrado motivos para culparle alguna cosa de toda esta situación, porque seguía culpándose a sí mismo y creía que Louis estaba sufriendo el doble que él.

Catching Feelings {AU Larry Stylinson} |Terminada| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora