Nanba es la prisión de máxima seguridad de Japón. Todo anda bien, con los presos del Ala 13, Celda 13 haciendo lo que les viene como siempre; hasta que un día llega un/a nuevo/a preso/a a la prisión. Todo parece normal. Se va adaptando y tal, hasta...
Estos dos últimos meses han sido de lo más intensos. Nunca temí tanto por mi vida desde que estuve en la prisión de China. Pero ahora, de repente, todo... Ha parado de un día para otro. Ese sujeto no ha vuelto a aparecer. Y es todo un alivio. Llevamos tres semanas de calma. Cuando pasaron 10 días sin ningún percance, dimos a entender que todo había acabado. O más bien, se había pausado de repente. La extrema seguridad de la prisión se rebajó un poco, y pudimos hacer vida normal de nuevo al decimoquinto día, aunque siguen siendo precavidos. Podemos comer en el comedor sin problema alguno, e incluso entrenar en el patio. Por fin reina la paz en nuestra Ala y en toda la prisión. Ya no soportaba ver a Samon-san tan angustiado; en nuestra celda estábamos todos mal: asustados, preocupados, doloridos algunos días... Upa se pudo recuperar del todo por suerte, aunque creo que sigue algo conmocionado. Y Qi... Bueno... Se fracturó la rodilla derecha, varias costillas, las dos manos y un hueso del pie. Aún le cuesta agacharse un poco, pero por suerte también está bien, aunque salió muy mal parado.
Para nosotros, los presos, esta tres semanas han sido un deseo caído del cielo. Nos hemos podido reunir todos de nuevo, contar algunas experiencias y sobretodo ver que todos estaban bien. Sentía una enorme preocupación por Nico, quien nada más vernos se abalanzó a abrazar a Upa. Los dos sufrieron una experiencia horrible, pero me reconfortó verlos bien a ambos. Todos estamos bien, los guardias que sufrieron alguna herida están bien. Por ahora todo ha regresado a la normalidad... Veamos cuanto aguantamos así...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estábamos en nuestra celda tras haber comido. Habíamos puesto las mantas en el suelo, y estábamos encima de ellas charlando un rato. Entonces vimos que Kuroki se acercaba. Se la veía intranquila y alterada. Ella no llevaba tan bien esta calma repentina. No paraba de pensar que bajar la guardia era un error, que podría volver en cualquier momento, y esto, la estaba dañando.
Se paró en frente de nuestra Ala y abrió la puerta con su llave. La alcaidesa se la prestó al hacer el trato, para tener acceso a esta celda en especial, ya que tenemos que ver con este retorcido asuntó. Se tumbó sobre las mantas junto a nosotros, descalzándose con brusquedad y dejando su katana tirada sin más. Su yukata se arrugó entero, y tuvo que ajustárselo a desgana tumbada en el suelo.
Qi: Pareces cansada-dijo al ver su rostro- tumbarte es lo que deberías hacer más a menudo.
Kuroki: Claro, y dejar que os maten ya de paso. Os tomáis esta 'calma' con mucha alegría y tal, pero no sabéis cuando ese tipo volverá. No se puede bajar la guardia a sí sin más.
Upa: Creo que eso es un poco paranoico-se sentó sobre la sábana. Me miró a mí un segundo, esperando a que le apoyase. Pero Kuroki saltó antes de poder intervenir-.
Kuroki: Paranoia!!??-se puso hecha una fiera en un momento. Se levantó y nos gritó a los tres- No lo entendéis? Os quieren matar! Como quieres que me relaje en una situación así? Tal vez mañana, o hoy mismo ese tío vuelva y os haga daño de nuevo. Tal vez os mate! Y sería por haberme relajado en un momento así!!-parecía que fuese a llorar, pero se estaba conteniendo. Sin duda, Upa dijo algo que no le agradó-Ya tengo bastante con no poder evitar que os hieran... Si me relajo estos días... Y sí ese hombre está esperando justamente eso para haceros daño? Upa. No quiero verte como aquella vez... No quiero veros mal de nuevo. Tanto cuesta entenderlo!!!???