Athena.

Honor without armor

Con bombos y platillos, con bailes y festejos, Athena elevó su báculo al cielo y dio el "vamos" para dar comienzo al torneo entre caballeros.  

La primera batalla enfrento al santo de piscis y el santo plateado del conejo, desafío donde Maanen de piscis demostró ser muy superior en técnica y habilidad por lo que dejo fuera de la línea a su rival. Luego vino el segundo enfrentamiento donde se midieron las fuerzas del zorro plateado y Tegmine de cáncer, donde el santo guiado por la constelación representada por el gran cangrejo dio un gran espectáculo demostrando que era un temible rival y prácticamente insuperable en técnicas pese a no tener su armadura.

Fuera de la arena, precisamente en el túnel donde entraban los competidores a batallar se encontraban Ishiro y sus amigos viendo impresionados la victoria sutil de Tegmine quien saludaba al público con una gran sonrisa como toda una estrella de cine.

— El señor Tegmine es increíblemente fuerte.- Comento Kiba

— Se dice que probablemente él sea el sucesor de nuestro patriarca. Por cierto, es tu turno Ishiro. . . Ishiro?-. Hatori buscó a su amigo, pero él ya estaba en la arena listo para dar su mejor batalla. Hatorí rasco su cabeza negando con suavidad, su amigo demostraba ferviente pasión por medir sus fuerzas con alguien de la elite de los caballeros, pero eso a veces lo volvía un sujeto increíblemente imprudente.

En lo alto de las gradas, Athena veía las batallas sentada a un lado del patriarca. Sus ojos se percataron de la presencia del pequeño discípulo de su amigo escorpion y no puedo evitar sentir un poco de preocupación,  su rival sería Cástor de gemenis, sin armadura es cierto, pero él era solo un aspirante a caballero y Cástor estaba dentro de los santos más poderosos del santuario. El patriarca quien estaba sentado a la derecha de la Diosa pudo notar el deje de preocupación en su semblante, por lo que buscó tranquilizarla tomando su mano.

— No se preocupe Athena, Cástor es el gemelo piadoso de los hermanos, no le hará un daño innecesario a nuestro aspirante.- Le comentó intentando tranquilizarla. Ella le dedicó una tierna sonrisa y asintió luego.

— Solo espero que haber involucrado a los aspirantes haya sido una buena idea, patriarca.- Le comentó ella un poco arrepentida y preocupada por su decisión

— Claro que si, es una buena oportunidad para que aprendan de la elite del santuario, se entusiasmen y demuestren porque son considerados aspirantes a caballeros. Además hay 3 aspirantes que tienen mentoría de santos dorados, no deberían ser un rival tan simple.- Aquellas palabras la tranquilizaron, el patriarca tenía razón, Ishiro era el aprendiz de Dante, no sería un rival simple.

Mientras tanto en las gradas donde los observadores disfrutaban de los encuentros, Dante, Dhur, Ipsilon, Kiki y Aldebaran estaban en la primera fila de las gradas del panteón sentados para poder tener una buena perspectiva de los desafíos. La vida en el santuario siempre había sido muy monótona, si no había guerra no tenían más remedio que entrenar entre ellos o en solitario, más desde que llegó Ariandel al santuario las cosas se habían vuelto más emocionantes de alguna manera y este torneo les causaba mucho entusiasmo, no solían medir fuerzas entre ellos de manera competitiva por ordenes de Saori, pero era justo y necesario tener estos encuentros para avivar la llama de lucha y de superación en ellos. 

— Maanen y Tegmine ganaron sin haber utilizado ni la cuarta parte de su poder, espero que tengamos una batalla emocionante esta vez.- Comentó ípsilon bebiendo una botella de agua que tenía en su mano, el sol se presentaba implacable ese día en el santuario y el calor de las batallas lo hacían parecer aún más arduo.

— ¿No estás preocupado por tu discípulo, Dante?, Cástor de géminis será muy bondadoso en comparación a Polideuco, pero no deja de ser el temible, respetable, legendario y polémico santo de  géminis.- Comentó Kiki de Aries, con sus brazos cruzados por sobre su pecho descansando con la espada totalmente recargada en el asiento de las gradas.