"Debes asumir responsabilidad personal. No puedes cambiar las circunstancias, las estaciones o el viento, pero te puedes cambiar a ti mismo. Eso es algo que tienes a tu cargo." (Jim Rohn)
El tiempo pasaba y mi mente no podía dejar la idea de que finalmente podría dejar el bar, regresar a mi vida anterior o quizá mudarme a otro lugar y empezar de cero, todo comenzaba a tener sentido para mí, el sol brillaba nuevamente y el alma parecía regresarme al cuerpo. Aproximadamente a las seis de la tarde llegó Agustina con unas extensiones para el cabello
-Tengo buenas noticias Jiolette, después de insistir un largo rato a Owens... tu cabello será largo nuevamente- sonreía y me mostraba los mechones de cabello falso en sus manos
-Agustina que pasa contigo ¿acaso no ves que las extensiones son rubias?- le dije desconcertada
-Sí ese es un problema, siéntate te teñirás el cabello
-¿Qué? No no no, mejor pinta obscuras las extensiones
-No tengo tiempo para esto Jiolette por favor coopera
-Pero si cooperar es lo único que he hecho en este lugar
Se encogió de hombros y sacó de su bolso una caja de tinte, el proceso fue largo, primero me puso una mezcla que me dejó un ridículo color naranja y después colocó el tinte, el resultado fue muy bueno y una vez puestas las extensiones lucia verdaderamente distinta
-¿Sabes quién es mi cliente Agustina?
-Sí, pero no te lo diré- sonrió -sólo haz lo que te pidan sin preguntar de más
-¿A qué te refieres?
No respondió a mi pregunta y comenzó a maquillarme, utilicé un pantalón negro de vestir, una camisa rosa pastel con un hermoso collar y pulsera que parecían elegantes, los zapatos eran formales de tacón pero sin caer en lo corriente, usaba además lentes que parecían de aumento y me hacían lucir un tanto intelectual. Salí al bar e inmediatamente un hombre de traje comenzó a seguirme, intente voltear a verlo
-No gires- me ordenó -camina a la salida
-No puedo salir del bar, no me está permitido
-¡Camina!- sentí que puso a mis espaldas la punta de un arma, un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza y comencé a caminar tambaleante a causa del miedo, al llegar a la puerta esperaba que Jhon me detuviera pero no lo hizo, simplemente me vio a los ojos y giró a otro lado fingiendo que nada pasaba
-Sube al auto blanco- cuando abrí la puerta y subí, el hombre ocupó el lugar del chofer y avanzó hasta unas bodegas en donde se detuvo -Entrarás y caminarás por el pasillo hasta el fondo, en una puerta laminada color negra estarán dos hombres, muéstrales este gafete-me entregó una identificación con mi foto pero sin nombre, solo decía "personal a cargo"-y te dejarán entrar, te estará esperando un hombre robusto que firmará los papeles de ese maletín-señaló el asiento trasero-después te llevarán a un bar, ellos te dirán que hacer
Pero claro como no lo pensé antes, Owens se refería a que saldría de un bar pero me llevarian a otro, ahora todo tenía sentido. Entré a la bodega y todo estaba demasiado callado, no se escuchaba ni siquiera el sonido de un grillo a excepción del taconeo de mis zapatos, llegué a la puerta de lámina y los dos hombres me detuvieron el paso pero como me habían dicho, al mostrar el gafete me dejaron entrar
-Siéntate- dijo un hombre gordo, alto, blanco y de cabello canoso que aguardaba dentro de la oficina -muéstrame lo que tienes
-¿Qué?- todo me era tan ajeno que no podía concentrarme
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Jiolette
Romance-contenido adulto- ¿Alguna vez has sentido la traición de la persona en quien confiabas? ¿Que harías si te dieras cuenta que tu verdugo es la persona que despierta sentimientos en ti? ¿Has escuchado hablar del síndrome de estocolmo? ¿Conoces las eta...